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Algunos días son buenos, otros malos, ¿pero qué hay de aquellos en lo que sientes cada emoción de una manera inexplicable? Sorpresa, felicidad, placer, temor. ¿Se consideran buenos, malos o un punto medio?

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Capítulo dedicado a Kimbanne_77 Espero hayas pasado un bonito día. Mis niños te envían un beso. ❤

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Me quedé totalmente desconcertada al entrar a la cocina y encontrar a mis chicos sentados en los taburetes, mientras Tiana les hacía el desayuno.

Engel me saludó con una sonrisa muy sospechosa. Tiago traía el ceño fruncido mientras leía atentamente algo en su celular, ni siquiera se dio cuenta de mi presencia.

Estuve a punto de regresar a la habitación cuando Tiana se dio la vuelta, esbozó una sonrisa al verme y dejó dos platos delante de los muchachos antes de acercarse y apretujarme en un abrazo.

—Oh, hola. —Le di unas palmaditas en la espalda —. ¿Cuándo llegaste?

—Hace poco. —Se separó de mí para ir a atender el sartén.

—Ahora ella quiere vivir aquí —comentó Tiago dejando el teléfono a un lado para comenzar a comer.

—Admite que te gusta mi presencia.

—¿No tienes cosas que hacer? Eres modelo, pero pasas más tiempo averiguando en mi casa que en una pasarela.

—¡Vine a invitarlos a un evento! —se quejó—. Seré la estrella de la noche. Además, papá y mamá no podrán ir, entonces pensé que ustedes no me dejarían dejar sola. —Se giró hacia nosotros—. ¿Verdad?

Yo no supe qué decir y fui en busca de un vaso para beber agua. De querer apoyarla, quería.  Pero no me gustaba que tuvieran que comprarme vestidos o prestarme ropa para poder asistir a dichos eventos. Además, ese ambiente no era el mío.

—Pudiste enviarme un mensaje, no era necesario venir hasta acá. 

—Si te enviaba un mensaje era más probable que me dijeras que no.

—¿Dónde es­? —preguntó, parecía cansado de su pequeña conversación.

—En la ciudad del Este.

—¿En la ciudad del Este? —cuestioné incrédula.

Lo único que quedaba al este de serfol era un pueblo, y aquel estaba deshabitado.

—Es lo que ustedes llaman la ciudad del norte, que en realidad se llama Ciudad del Este —aclaró Tiago. Tiana se quedó un tanto desconcertada con lo que su hermano había explicado.

No nos enseñaban sobre otras ciudades ni países, pero sí sabíamos de la existencia de ciudades y pueblos que limitaban con Serfol. Algunos conocían más allá, ya que muchos salían a comprar cosas que aquí no se encontraban, pero nadie comentaba acerca de aquello. Incluso mi padre, que viajaba con frecuencia al exterior e interior del país, nunca nos habló de esos lugares.

El misterio que me persigue ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora