(45)

9.5K 818 346
                                    

Epílogo

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Epílogo

Si hay algo en lo que jamás podré tener control, es sobre el tiempo. Porque quiera o no, este se pasa volando.

Así que sí, el año terminó y las vacaciones de verano estaban llegando a su fin también.

—¿Estás bien? —preguntó Oliver, mientras me abrazaba por detrás y colocaba sus brazos alrededor de mi cintura.

Asentí con la cabeza, melancólica. El verano había sido tan magnífico que no quería dejarlo ir. Pero debía hacerlo.

—Sabes que podemos volver siempre que queramos, ¿no?

Suspiré.

—Es solo que... he tenido tanta paz últimamente que... bueno, la voy a extrañar —admití.

—Hmm, yo también extrañaré dormir contigo, cariño. Pero debes ir a darlo todo en tu último año.

Sonreí, mientras giraba un poco mi cabeza, así me daba el gusto de mirarlo fijamente a los ojos.

—Te quiero —susurré.

—Y yo a ti.

Estaba a punto de besarlo cuando Penny nos interrumpió bruscamente, abriendo las puertas del balcón con exasperación.

—Calvin se fue y... ¡Se fue, carajo! ¡Se fue y... y Chuck está como loco! —exclamó con los ojos húmedos.

Oh, mierda...

Miré a Oliver y con tan solo eso, me soltó y bajamos rápidamente hasta llegar a la sala. Allí estaba Chuck, arrojando por el aire todo lo que estuviese a su paso.

Desde el baile de graduación habían pasado muchas cosas, una de ellas era que, bueno, Chuck y Calvin habían formado una clase de vínculo oficial pero caótico. Aún así, pasaron el verano entre peleas, besos y más peleas. Pero jamás me hubiera imaginado que Calvin se iría, otra vez. Y sin despedirse. Especialmente porque todos habíamos concordado con que nos iríamos juntos y hablaríamos sobre las próximas decisiones. Pero como siempre, Calvin era... tan... Calvin.

Me acerqué a Chuck, lentamente. Mientras trataba de lanzar un cuadro de fotos donde estaba él y Calvin. Sin dudarlo, lo rodeé con mis brazos fuertemente.

Nuestra relación no era de mejores amigos, pero al cabo entendía su dolor. Jamás pude olvidar su maltrato hacía mí, o hacía Penny. Pero de nada servía guardarle rencor por ser un cretino enamorado.

—Ya... ya está bien... —susurré, mientras él se desmoronaba en mis brazos y caíamos al suelo—. Todo estará bien, solo... debes tranquilizarte. Tu corazón está latiendo muy rápido y... no estás respirando bien.

Chuck soltó un gran sollozo mientras escondía su rostro en mi cuello y tardé en rodearlo con mis brazos.

—Me mintió, lo hizo otra vez... —su llanto logró humedecerme la camiseta, pero en ese momento no me importó demasiado—. Creí que sería diferente esta vez... pero... me ha vuelto a romper el corazón... ¿Acaso no merezco que me quieran por una vez?

Edición limitada [COMPLETA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora