(22)

7.3K 972 154
                                    

22. RABIA

—¿Cómo es posible que tu madre se haya ido tan rápido? —cuestionó Penny al adentrarse al coche de Oliver.

Por alguna razón, Oliver estaba haciendo de chofer.

—No me gusta ir en la parte trasera, me gusta manejar —se quejó.

Sonreí, recordando las veces que Penny le rogó al padre un coche. Y ahora, se encontraba sentada atrás en un auto ajeno.

—Buenos días para ti también Penny —saludó Oliver, poniéndose en marcha hacia el instituto.

—Sí, sí. Buenos días, Oliver —bufó—. Por cierto, ¿hoy tienes tutorías? —me preguntó Penny.

A lo que asentí.

—Entonces... ¡Te verás con el atleta que te dio su número!

Suspiré.

—Y con la otra chica cuyo nombre no recuerdo... y con Matthew.

Penny arqueó una ceja al oír el nombre de Matthew, en cambio Oliver mantenía la vista al frente. La noche anterior había pasado rápido una vez que me dormí, y para mi sorpresa me desperté gracias a Oliver. Quién había preparado tostadas y café.

Su compañía me comenzaba a agradar bastante. Y no era porque era un chico guapo, si no porque su personalidad, me hacía sentir cómoda junto a él.

***

El día había sido bastante largo, aunque me había ido muy bien en mis clases junto a Calvin. Que por alguna razón, se había convertido en amigo cercano de Chuck. Algo que me incomodó un poco, pero yo no podría decirle con quién debía o no juntarse.

Aún así, tras tener un día agradable. Me encontraba esperando a Matthew, al atleta que me llamó súper tutora y a la chica de cabello morado en la biblioteca. Aún debía dar las tutorías.

El primero en llegar fue Matthew, quién tenía expresión seria y me saludó a secas. La segunda en llegar fue la chica de cabello morado, llamada Camila y por último, llegó Louis.

—Oh. Creí que estaríamos a solas —comentó Louis, sentándose junto a Camila.

Sonreí incómoda. Recordando que él había llamado cita, a la tutoría.

—No. Los reuní a los tres porque no tengo el tiempo para ayudarlos por separado y como es la misma clase. Pues, mejor así —dije abriendo mi cuaderno de matemáticas.

Para mi suerte, las dos horas restando habían sido bastantes productivas. Es decir, de alguna manera esperaba menos compromiso, pero al parecer, los subestimé a los tres.

Al terminar de dar la tutoría, me dirigí hacia la salida. Esperando encontrar a Penny o incluso a Oliver, pero una mano tocando mi hombro me frenó

—¿Podemos hablar? —pidió Paula, la prima de Oliver.

Fruncí el ceño.

—¿Qué sucede? —indagué.

Paula movió la mirada, nerviosa.

—Es que.. .hmm... no paran de decirme cosas —murmuró—. Creí que pararían si les insultaba, pero no fue así.

Tragué en seco.

Se debía a aquellas fotos que se habían filtrado.

Ra-yos.

—Mira... lamentablemente mucho no puedes hacer.

—Lo sé, pero...necesito...

Su pedido no fue terminado, ya que dos chicos que conocía debido a que eran atletas y populares se acercaron. Pero ese no fue el problema, el problema fue que uno de los dos, se asomó con más prisa y le dio una nalgada a Paula sin previo aviso.

Edición limitada [COMPLETA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora