Eres mía, Sakura.

Capitulo 5

Explicarle la situación al equipo fue más difícil de lo que hubiéramos imaginado, Sakura estaba siendo abrazadas por Naruto que le exigía a la hokage mandarlos ya a la misión.

— Tenemos que esperar tres días antes de mandarlos al menos que recibíamos un aviso de ayuda.– volvió a repetir la Hokage por segunda vez, se notaba lo tensa que estaba.

Jiraya se mantenía alejado de todo en el fondo de la habitación.

— ¡Kakashi-sensei! Dígale a la hokage que estamos listo para la misión.– Sakura corrió hacia mi aferrándose a mi chaleco, su rostro estaba húmedo por las lágrimas y su labio inferior temblaba.

El corazón se me rompió ante tal escena que poco me faltaba para abrazarla y dicerle que si por mí fuera partiría ya para traer a sus padres solo por volverla a ver sonreír. Sujete sus manos con delicadeza alejándola de mi.

— Sakura... Debemos de hacerle caso a la hokage, tus padres son fuertes y estoy seguro que nada malo ha pasado con ellos.– le sonreí tras la máscara para que vea que todo está bien.

Guardo silenció unos momentos quizás analizando mis palabras, se limpio las lágrimas y me sonrió por primera vez.

— Tiene razón sensei, mis padres son fuertes y nada malo les pasara.

Sus palabras de seguridad tranquilizaron de igual manera a Naruto que había dejado de insistir, Sasuke se mantuvo callado todo este tiempo pero no le quitaba la vista de encima a mi pelirosa.

Cuando salimos del despacho decidimos volver a retomar nuestro entrenamiento, nada diferente paso salvó que ví un poco más comunicativo a Sasuke no solo con Naruto sino también con Sakura. Agradecí porque pude dejar mi marca en ellos en guiarlos por el buen camino sino no perdonaría como maestro que algo malo les pasara por culpa mía.

— ¡SHANARO!– el grito de Sakura me advirtió a tiempo de saltar del árbol donde estaba descansando.

La tierra se había partido el mil pedazos tragándose a todos los árboles en su camino ¿Cómo es que una delicada chica tenga una fuerza así de brutal? Lo peor de todo es que es lo que más me enamora de ella.

— ¡Sakura-chan! Acordamos que sin chakra.– grito Naruto atrapado entre los escombros de la tierra.

— No utilice chakra.– la miramos sorprendidos. Ella miraba a todos lados buscando a Sasuke.

El entrenamiento consistía de atrapar a todos y lo malo de Naruto es que no sabe guardar silencio que fue fácil encontrarlo atrás de un árbol.
Ya en la noche quedó en un empate entre Sakura y Sasuke que no pudieron atraparse, mientras caminabamos por la aldea cada uno se fue despidiendo hasta que quedamos Sakura y yo solos.

— Kakashi-sensei ¿Usted tiene algo que hacer esta noche?– miraba hacia el piso para que no viera su adorable sonrojo.

— Nada en especial Sakura-chan.– tenía mi vista en el nuevo libro que me habían regalado pero seguía atento a cada expresión de ella.— ¿Es que acaso quieres hacer cosas pervertidas conmigo en tu casa?– susurré lo suficiente para que solo ella me escuchará.

Su rostro de sorpresa se puso completamente rojo debido a la pena y que de seguro se imagino a nosotros en su cama haciendo el amor, lo que no ví venir fue el golpe sin chakra en mi estómago que me saco todo el aire provocando que cayera de rodillas.

— ¡Pervertido! Solo quería invitarlo a cenar.– se cruzo de brazos fingiendo estar molesta.

La conocía tan bien que sabía que estaba todo menos molesta, ella es un libro abierto para mí que se que emoción está sintiendo en cada momento. El sonrojo en sus mejillas, su ceño levemente fruncido, sus brazos cruzados sobre su pecho y aquellos dulces labios fruncidos era una clara imagen que se estaba divertiendo al igual que yo.

— Mantén la ventana de tu habitación abierta.– fue lo que le dije una vez que recupere el aliento, aprovechando que estábamos en una zona poco transitada me baje un poco la máscara solo para darle un pequeño beso en la frente.— Nos vemos a las 8.

La imagen de ella avergonzada fue lo último que ví antes de desaparecer y aparecer encima del techo de una casa a unos metros alejado de ella, me dirigí hacia mi casa a paso tranquilo disfrutando de la lectura que ahora era más romántica que erótica o ¿ Es que estar enamorado me hace ver así todas las cosas?

Por primera vez en mi vida fui puntual en un lugar y ya para las 7:45 pm ya me encontraba acostado en la cama de ella admirando el techo, la podía escuchar cocinando algo en la cocina y a veces cantaba sacándome una sonrisa. Nunca crei que me terminaría gustando alguien casi 10 años menor que yo y mucho menos que ese alguien fuera mi estudiante.

— La vida está llena de sorpresas.

Me mire al espejo decidiendo si bajar o no con máscara al fin y al cabo solo estaríamos nosotros dos; decidí por lo primero para demostrarle la confianza que tengo en ella.
Al bajar las escaleras un agradable olor hizo que mi estómago gruñera de hambre y la vi allí en la cocina muy concentrada preparando algo así que la abrace por la espalda sacando le un susto.

— ¡Kakashi! No hagas eso casi me matas de un susto.– me miro molesta con aquellos ojos verdes que me enamoran hasta que su expresión cambio a una de sorpresa.— No tienes tu máscara.

Negué con la cabeza divertido.

— Así de importante eres para mí Sakura.

Entre mis brazos podía sentir su corazón palpitar de manera acelerada, poco a poco me fui acercando a su rostro hasta unir nuestros labios en un tierno beso que fue subiendo de intensidad ya cuando nuestras lenguas se enredaban entre si y la temperatura de nuestros cuerpos iba en ascenso. Me pegue más a ella para que sintiera en su trasero mi erección que iba creciendo sacándole suspiros.

— Alto Kakashi... La cena.– se alejo un poco de mi con un puente de saliva uniendo nuestras bocas.

— Eres tan hermosa Sakura.– la imagen de ella sonrojada y su boca entre abierta queriendo recuperar el aire que le arrebate era simplemente hermoso.

La cena resultó ser pollo a la plancha con un poco de ensalada y arroz blanco, y de postre hubo nieve de chocolate. Lo divertido de toda la escena era escucharla reír por mis chistes malos parecía que se estaba divirtiendo conmigo al igual que yo me estaba divirtiendo con tan solo verla; ya para las 10 habíamos terminado de comer y de lavar los platos.

— Kakashi ¿Quiere quedarse a dormir?– me abrazo por la espalda aprovechando que termine de lavar el último plato.

Mi corazón brinco de alegría al escuchar aquella invitación.

— Sakura eres una pervertida pero fue buena tu estrategia la cena para que pudieras aprovecharte de mi.– fingi estar lastimado tocandome el corazón provocando una risa en ella.

Fuimos hasta su habitación para poder ya acostarnos, el sueño en ambos era evidente pero queríamos seguir alargando nuestra primera noche juntos. Ella se metió primero al baño para cambiarse y yo solo me quite la ropa quedando solo en boxer hasta que la ví salir solo con un vestido para dormir color rosa pastel.

— ¿Esa es tu pijama?– agradecí estar casi a obscuras para que no viera mi enorme sonrojo.

— Está noche si.– fue su única respuesta para después acostarse a mi lado poniendo su cabeza sobre mi pecho.

Su cálido cuerpo pegado al mío me daba la seguridad para seguir con esto prohibido que tenemos, la acerque más a mi pasando mi brazo izquierdo por sus hombros y con la derecha sujete su mano.

— Eres lo más bueno que me a tocado en esta vida.– bese su coronilla con delicadeza aspirando el olor a su shampoo.— Te quiero Sakura.

— Yo también te quiero Kakashi.

Por primera vez dormí temprano sin ser atormentando por las pesadillas del pasado.

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