- Que recuerdos. Hasta se me saltan las lágrimas. Aunque sigas gritando tanto como antes.
Senku hablaba con melancolía, mirando a ningún punto en específico y como él había dicho casi se le escapa alguna lágrima. Por otro lado la ojidorada estaba llorando, acallando sus sollozos con la mano.
- ¿Es él de verdad?
- ¿Es Taiju?
- ¡Por fin contactamos con ellos!
Todos los allí presentes estaban entusiasmados, pues podían escuchar a los amigos de Senku y ___.
Ese emotivo momento se fue al garete ante la estupidez que acababan de escuchar. Pero la ojidorada y el de ojos escarlata dejaron salir una pequeña risa. Ese era su amigo.
- No eres Senku. Senku soy yo. Deja de llorar, grandulón. Nos destrozarás los tímpanos.
- Lo siento. Estoy muy emocionado. - les decía entre lágrimas -
- Senku...
- Hola, Yuzuriha. - su tonó fue más calmado al oír a la castaña -
- Construiste el teléfono en un año. Ya lo sabía, pero eres realmente increíble.
- Hola chicos...
- ¡__...! - el pobre Taiju no termino de hablar gracias al pequeño golpe que recibió en las costillas de parte de Yuzuriha. Supuestamente su amiga estaba desaparecida. Desconsolada por la muerte de su amado. No tenía sentido nombrarla y menos en un tono tan exaltado.
- ____ - se escuchó la dulce voz de Yuzuriha, no pudo evitar nombrarla- Perdona, pero Taiju no lo sabía- río -
- Me encantaría pasar 10,000 millones de horas hablando mientras nos emocionamos. Pero no podemos hablar tanto. Iré al grano. - la actitud de Senku cambio por completo, era hora de ponerse serios - Primero traigan a alguien del ejército de Tsukasa. Inventaros cualquier excusa.
- ¿De verdad lo apostarás a un todo o nada?
- No tenemos otra opción. - respondió Kohaku al anciano - No si los tienen vigilados.
- Taiju es mejor que tú no lo sepas. Tú créetelo todo, aunque sea raro.
- ¡Eso es demasiado! Taiju se enfadará contigo - le regañó Ginro -
- Déjame preguntarte una cosa, Senku. ¿Es la solución que derramará menos sangre?
- Sí. Es la que derramará menos sangre.
- Entendido, Senku. Si eso es lo que crees no necesito más explicaciones. - Aceptó sin más y se alejó un poco de Yuzuriha, con la intención de escuchar lo menos posible -
Todos los allí presentes, a excepción de sus amigos, se asombraron ante la confianza que mostraba el castaño.
- No falta mucho para que ataque el ejército de Tsukasa. Gen debería volver mañana. En ese momento empezaremos. ¿Os dejaron algún mensaje?
- No. No hay nada. Solo enterraron el teléfono.
- Eso significa que no lo encontraron. - dijo Kaseki. -
- Debió de pasarles algo. - le siguió la pequeña sandía preocupada -
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