Los días pasaban y Taiju no despertaba, Senku se acercaba de vez en cuando para comprobar si había algún progreso, pero no era así. Taiju seguía exactamente igual que el primer día.
- Oh, Senku ya has vuelto ¿Hay algún cambio?
- Ninguno está exactamente igual que el primer día
- ¿Por qué no despierta? Agh lleva tanto tiempo así que al final hemos acabado el laboratorio nosotros solos. – hablaba mientras ponía sus brazos en jarra–
- Kukuku, ¿Solo lo querías para eso? – decía con guasa–
- Eso no es cierto... – dijo mientras apartaba la mirada hacia uno de sus lados con el ceño algo fruncido – es nuestro amigo y quiero que despierte... además... también quiero encontrar a Yuzuriha – decía con un dejé de tristeza–
Senku se acercó a ella para intentar consolarla
- Sabes que conseguiremos una cura y que encontraremos a Yuzuriha. – le dijo mientras apartaba un mechón de su cabello y lo deslizaba detrás de su oreja –
Debido a esta acción la joven alzó su mirada para centrarse en los ojos del chico y le dedicó una leve sonrisa.
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Los días siguieron pasando y no conseguían nada. Senku pasaba cada vez más tiempo en su laboratorio frustrado, desanimado, no conseguía ningún avance, mientras ___ se dedicaba a buscar alimento y perfeccionar distintos objetos que les serían necesarios.
- Senku...ya es muy tarde... ven a la cama
- No, tengo que seguir
- Senku ambos sabemos que estás muy estresado y que si no duermes no puedes rendir al 10.000 millones por ciento.
Senku dejo salir una pequeña risa debido a lo que le dijo su compañera. Gracias a eso ___ decidió acercarse más a él y agacharse para acabar a su altura. Le dio pequeño besos en la parte trasera de su cuello y comprobó como éste empezaba a relajarse.
- Vamos Senku tenemos que ir a dormir– dijo mientras le extendía la mano–
Senku acepto su ayuda para seguidamente dirigirse a la cabaña.
- ___ podríamos...ya sabes...
- Claro, vamos a dormir.
- No me refiero a eso – dijo refunfuñando–
- Lo sé, pero tienes que dormir y yo también. -Senku soltó un gruñido - La próxima vez no te quedes hasta tan tarde.
Senku se tumbó y cerró los ojos, mientras la chica se acurrucaba encima de él.
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