Como cada mañana, ___ se metió en el baño para prepararse. Al salir de este se llevó la sorpresa de encontrar a Senku sin la camiseta puesta.
- No sé cómo puede tardar más que yo, pero no me puedo quejar de las vistas. - pensó - Senku, ¿Qué te pasa? Por lo general eres tú el que me mete prisa para salir y hoy ni siquiera te has puesto la camiseta
- Estaba buscando una cosa y me he entretenido.
- Está bien, pero date prisa, tenemos que desayunar rápido si quieres llegar a la misma hora de siempre.
- Si, si ya bajo
- Te espero en la cocina – le respondió alegre mientras bajaba–
- Tsk
Debido a la lentitud del ojiescarlata tuvieron que acelerar el paso para poder llegar a la hora habitual. Una vez dentro del club de ciencias la joven se sentó cerca de él y se puso a leer.
- ¿Qué lees?
- No creo que te interese...
- Prueba a ver
- Es un libro de anatomía, es para el club de defensa personal, el presidente quiere que nos estudiemos las partes del cuerpo y saber exactamente dónde están situadas.
- ¿Qué relación tiene eso con el club?
- Supuestamente para la defensa personal. Dice que aunque nuestra fuerza sea menor a la del contrincante, saber dónde golpear nos facilitará la defensa. Además nos van a dar un cursillo de primeros auxilios.
- ¿Te da miedo que te ataque alguien? – le dijo con tono burlesco–
- No, lo que pasa es que eres un debilucho y alguien tiene que protegerte – respondió de la misma forma –
- Cierto, eres como un Tigre
- Por lo menos este "tigre" tiene garras para defenderse, por otro lado tú eres como un pulpo sin tinta, muy listo pero sin defensas. – el afectado soltó una pequeña risa -
- Por cierto necesito tu ayuda. Necesito que ajustes esta tuerca
- ¿Por qué? ¿no tienes la fuerza suficiente? – se burló -
- Si la tengo pero mis manos no caben ahí dentro
- Vale ya voy – dijo divertida mientras se levantaba y se colocaba detrás de él para de esta forma ver donde el chico señalaba. Al saber que tuerca tenía que ajustar le pidió la llave inglesa. Ya equipada se dispuso a trabajar, pero algo se lo impedía. -
- Senku, ¿te puedes quitar? Estas en medio – El chico se había sentado justo delante del lugar señalado y parecía que no tenía intención de moverse–
- No. Necesito ver si lo haces bien. Así que no me puedo mover de aquí. El pulpo no puede dejar al tigre sin vigilancia, seguramente rompa todo.
- Ja ja ja. Que gracioso eres
- Estoy seguro al 10.000 millones porciento de que romperás algo si no me quedo aquí. – le dijo con burla -
- Bueno como quieras, pero esto va a ser incómodo tanto para mí como para ti.
- Y eso por qué
- Porque tú me entorpeces en el trabajo y yo voy a invadir tu espacio personal.
- Como si no lo hicieras a la hora de dormir – le respondió sin darle ninguna importancia–
- Cierto, pero ahora será como un abrazo, algo que solo te he dado dos veces y has contado los segundos para que supiera que ya era suficiente.
ESTÁS LEYENDO
Mi única Excepción.
FanfictionUna pequeña pelirroja se encontró con un niño bastante peculiar y desde ese día su vida no volvió a ser igual.