IV

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Como cada mañana, ___ se metió en el baño para prepararse. Al salir de este se llevó la sorpresa de encontrar a Senku sin la camiseta puesta.

- No sé cómo puede tardar más que yo, pero no me puedo quejar de las vistas. - pensó - Senku, ¿Qué te pasa? Por lo general eres tú el que me mete prisa para salir y hoy ni siquiera te has puesto la camiseta

- Estaba buscando una cosa y me he entretenido.

- Está bien, pero date prisa, tenemos que desayunar rápido si quieres llegar a la misma hora de siempre.

- Si, si ya bajo

- Te espero en la cocina – le respondió alegre mientras bajaba–

- Tsk

Debido a la lentitud del ojiescarlata tuvieron que acelerar el paso para poder llegar a la hora habitual. Una vez dentro del club de ciencias la joven se sentó cerca de él y se puso a leer.

- ¿Qué lees?

- No creo que te interese...

- Prueba a ver

- Es un libro de anatomía, es para el club de defensa personal, el presidente quiere que nos estudiemos las partes del cuerpo y saber exactamente dónde están situadas.

- ¿Qué relación tiene eso con el club?

- Supuestamente para la defensa personal. Dice que aunque nuestra fuerza sea menor a la del contrincante, saber dónde golpear nos facilitará la defensa. Además nos van a dar un cursillo de primeros auxilios.

- ¿Te da miedo que te ataque alguien? – le dijo con tono burlesco–

- No, lo que pasa es que eres un debilucho y alguien tiene que protegerte – respondió de la misma forma –

- Cierto, eres como un Tigre

- Por lo menos este "tigre" tiene garras para defenderse, por otro lado tú eres como un pulpo sin tinta, muy listo pero sin defensas. – el afectado soltó una pequeña risa -

- Por cierto necesito tu ayuda. Necesito que ajustes esta tuerca

- ¿Por qué? ¿no tienes la fuerza suficiente? – se burló -

- Si la tengo pero mis manos no caben ahí dentro

- Vale ya voy – dijo divertida mientras se levantaba y se colocaba detrás de él para de esta forma ver donde el chico señalaba. Al saber que tuerca tenía que ajustar le pidió la llave inglesa. Ya equipada se dispuso a trabajar, pero algo se lo impedía. -

- Senku, ¿te puedes quitar? Estas en medio – El chico se había sentado justo delante del lugar señalado y parecía que no tenía intención de moverse–

- No. Necesito ver si lo haces bien. Así que no me puedo mover de aquí. El pulpo no puede dejar al tigre sin vigilancia, seguramente rompa todo.

- Ja ja ja. Que gracioso eres

- Estoy seguro al 10.000 millones porciento de que romperás algo si no me quedo aquí. – le dijo con burla -

- Bueno como quieras, pero esto va a ser incómodo tanto para mí como para ti.

- Y eso por qué

- Porque tú me entorpeces en el trabajo y yo voy a invadir tu espacio personal.

- Como si no lo hicieras a la hora de dormir – le respondió sin darle ninguna importancia–

- Cierto, pero ahora será como un abrazo, algo que solo te he dado dos veces y has contado los segundos para que supiera que ya era suficiente.

Mi única Excepción.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora