Mi única Excepción.

XXXIV

Ambos luchadores se encontraban preparados para comenzar el encuentro, pero antes de esto, Magma intentaba convencer a Kinro para que se rindiera, diciéndole que debía besarle los pies para ser perdonado y que le daría el honor de ser su mano derecha al convertirse en líder.

- ¡Comiencen! – gritó Jasper dando inicio al combate -

Kinro se lanzó contra Magma, con movimientos rápidos y certeros, demostrando que era capaz de hacerle frente.

- Lo hace 10.000 millones por ciento de veces mejor de lo que pensé.

- Gracias al entrenamiento de batalla. – dijo Chrome sin apartar sus ojos del castaño -

- ¡Vamos Kinro tú puedes!

- ___ cuando yo pelee también me animaras ¿No? – preguntó el rubio esperanzado -

- Claro que sí Ginro - le dijo con una dulce sonrisa, provocando que el chico se quedara embobado mirándola e imaginando todos los escenarios posibles - os animaré a todos - su cara cambio a una de desilusión. Creía que aparte de su hermano él sería el único -

- Oye, Mantle. Jasper es un buen árbitro. Te atrapará. - le decía Chrome al canijo, quién pensaba lanzarle una piedra a Kinro para ayudar a Magma.-

- Yo solo... - intentó contestar mientras golpeaba las piedras entre sí, excusándose en que eran para animar.-

- Rayos. - maldijo Senku al oír hablar del árbitro mientras sacaba todas las cosas que había traído para hacer trampa -

- Senku... ¿Cómo has podido traer tantas cosas? - le pregunto la chica extrañada e impresionada.-

- Ciencia

- Si claro...ciencia. – dijo rodando los ojos -

- ¡Suika, estás bien! - gritó el anciano al ver a la niña -

- ¡Kinro debe tener la enfermedad borrosa! – dedujo la más pequeña al ver como Kinro era incapaz de medir las distancias, ignorando por completo al pobre Kaseki-

- ¡Cuidado! – intentó advertir la pelirroja al ver como Magma iba golpearlo -

Kinro recibió el golpe de lleno terminando en el suelo, replanteándose si podía ganar el encuentro. Pero todas aquellas dudas se esfumaron al oír el gritó de Suika diciéndole que usará los ojos de la ciencia, también llamados casco sandía, que ella misma le había lanzado. El castaño lo cogió al vuelo y se lo puso sin dudar.

- ¡¿Qué es está payasada?!

- Da mal rollo... – dijo ___ al ver la nueva imagen del castaño -

Gracias al regalo de la niña las habilidades de Kinro mejoraron dejando a un dolorido Magma en el suelo.

- Esa máscara que te dio Suika ¿No va contra las reglas? - pregunto aquel gigante sabiendo que Kinro no rompía las reglas -

- Cierto - El de ojos verdes se dirigió al árbitro, confiando en las palabras del contrario, que le dijo que ya no podía moverse. - ¿He incumplido las normas? Si es así asumiré mi derrota.

- No lo has usado para golpearlo ni - no pudo terminar, Magma atacó a Kinro por la espalda tomándolo desprevenido -

- ¡¡Kinro!! - gritaron su hermano y la chica preocupados, mientras se acercaban a él para comprobar su estado y levantarlo para poder sacarlo de allí -

Chrome se acercó a ellos ocupando el lugar de ___, la cual se ofreció a curar sus heridas.

- Kinro, lo hiciste muy bien - le decía la joven con voz suave y una sonrisa dulce brindándole todo su apoyo. Mientras el pobre chico solo intentaba disimular su sonrojo, ella estaba cerca, muy cerca. –