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Capítulo 72 - Escapar de los cementerios (III)

Luo Jian había cometido un error fatal y de bajo nivel, pero también era un error que todos los novatos podían cometer. Aparte de esos pervertidos natos, de sangre fría y lunáticos inhumanos, cada novato tendría un momento de vacilación cuando intentaría matar a una persona que estaba realmente viva, que estaba perfectamente bien y del mismo tipo. Este fue exactamente el error más fatal que se podía cometer en una batalla.

El miedo que sentirías cuando mataras era el mismo miedo que tendría la víctima cuando la mataste. Este sentimiento te cambiaría de una persona común a un asesino. También significó que a partir de este momento, tu visión de la vida y el mundo, así como tus valores, se renovaron por completo, y nunca podrías volver a tener esa actitud ingenua y optimista que una vez mantuviste. Todo esto le recordó un dicho que Duan Li dijo una vez: un asesino debe ser consciente de que puede ser asesinado en cualquier momento.

Cuánto se podía entender de eso determinaba cuánto tiempo podían caminar por ese camino.

Luo Jian claramente no entendió eso, por lo que cometió este error fatal. Cuando estaba apuñalando su espada hacia adelante, inesperadamente redujo algo de la fuerza que usaba. La reacción del enemigo fue muy rápida y su cabeza estaba ligeramente echada hacia atrás. Por lo tanto, el cuchillo de Luo Jian solo logró hacer un corte superficial en el cuello del otro, y esta pequeña cantidad de sangre extraída no fue un golpe fatal.

En este momento, Luo Jian sintió un miedo indescriptible. Perdió la mejor oportunidad para asestar el golpe más letal posible al enemigo. Fue solo porque todavía tenía un ridículo sentido de la justicia en su corazón que sacó su arma en el último segundo. Sin embargo, también sabía claramente que en la aterradora cámara secreta donde la gente te comería vivo y ni siquiera escupiría tus huesos, la misericordia y la bondad solo harían que muriera más rápido.

Luo Jian se sintió algo arrepentido. Interiormente, sus sentimientos eran un desastre, pero no podía detener sus movimientos en este momento. La hoja en su mano se volvió para atacar al enemigo de nuevo, pero esta vez, el enemigo ya se había calmado por el pánico que había sentido cuando fue atacado por primera vez. Incluso si no podía moverse mientras estaba sentado, aún podía resistir muy bien el ataque de Luo Jian. Su bisturí y el cuchillo corto de Luo Jian estaban bloqueados en un punto muerto. En ese instante, ninguno de los dos pudo dominar al otro.

La tenue luz de la linterna, incluso si era débil, era suficiente para iluminar sus rostros. Luo Jian miró de cerca el rostro de Payaso, que estaba pintado con un maquillaje extraño, pero no tuvo tiempo libre para sorprenderse. Estaba por encima de la cabeza de Payaso en ese momento. Sus piernas estaban contra la pared y sus manos sostenían el cuchillo, pero casi toda su fuerza y ​​peso estaban en su propio cuchillo.

Pero el enemigo parecía tranquilo y sereno. Sostuvo un bisturí con su mano derecha y resistió toda la fuerza de Luo Jian. En ese momento, Payaso de repente le dio una sonrisa irónica, extendió su otra mano y tocó el cuello de Luo Jian.

Los dedos de Payaso estaban fríos y sus uñas afiladas. Luo Jian sintió un pequeño dolor punzante en el cuello y se le puso la piel de gallina en la espalda. No supo si estaba nervioso o asustado, pero apenas podía hablar en ese momento.

Ninguna cámara secreta que Luo Jian había experimentado antes podía compararse con lo que estaba experimentando ahora. Estaba tranquilo y asustado, y las dos emociones complejas estaban entrelazadas, haciendo que incluso su corazón temblara. Estaba tranquilo porque sabía que la brecha entre él y su oponente era tan grande que el oponente podía resistir toda la fuerza de Luo Jian con una mano. Por lo tanto, Luo Jian sabía que la persona que apareció frente a él era un verdadero mayor, un maestro que había sido completamente templado por el abismo, y era una existencia terrible a la que Luo Jian no podía resistir ahora.