Una niñera a la española

Capítulo 12

Colton

Corro en su dirección cuando veo que sus piernas flaquean y sus párpados se cierran a la vez que la cojo en brazos intentando  amortiguar el golpe. La levanto y entro con ella a la casa subiendo rápidamente las escaleras, ni si quiera freno cuando me encuentro con Mason el cual me mira horrorizado al ver a Aida inconsciente en mis brazos. Entro al dormitorio principal y la tumbo en la cama.

— ¡¿Qué le has hecho?!

El grito de Christopher me hacer cerrar los ojos y respirar profundamente antes de sucumbir al deseo de darle un tortazo y mandarle castigado.

— No es momento para esto Christopher pásame tu teléfono tenemos que llamar a un medico.

Este me miró con odio y me lo entregó sin rechistar, rápidamente llamé al doctor Mulker el cual a los pocos minutos llego a la casa. En ningún momento ninguno de los tres nos despegamos de ella mientras Estaba siendo chequeada.

— Bien, creo que ha sido un cumulo de estrés , el vuelo y el cambio de horario, a no ser que este embarazada.

Mis ojos se abrieron como platos y después negué con la cabeza.

— Es imposible— Alfred me miró con una ceja levantada.

— Quiero decir... la señorita Alonso no tiene pareja.

— Bueno mi querido Colton, no es necesario tener pareja para...— Miró a mi hijo pequeño el cual le miraba expectante— para ya sabes.

Bufé ante su comentario, sabía que no era necesario tener pareja para mantener relaciones pero estaba claro que Aida no era de ese tipo de chicas ¿verdad?

Sacudí la cabeza quitándome la idea de la cabeza.

— Bueno mi trabajo aquí ha terminado, solamente necesita descansar y en caso de dolerle la cabeza un calmante nada más, cualquier cosa llamarme

— Gracias Alfred

Caminé con el hacia la puerta, antes de marcharse se giró en mi dirección

— Sabes que no es nada, cuídala parece buena chica

Dijo guiñándome un ojo antes de marchar lo que me hizo fruncir el ceño, cerré la puerta y subí  para ver si Aida había despertado, pero no espere encontrarme a mis dos hijos tumbados con ella abrazados a su cuerpo. Cerré la puerta despacio para no despertarlos y camine en dirección al salón dejándome caer en el sofá para después cerrar los ojos.

Un minuto después mi teléfono empezó a sonar haciendo soltar un quejido, sin preocuparme mucho de mirar el nombre conteste.

— ¡¿Como te atreves a ir con esa puta a la casa de la montaña?!

— Vanesa no estoy para aguantarte así que por favor déjame en paz.

—¡Mira Colton esto no pienso tolerarlo se te esta subiendo a la espalda esa chica! ¡ Ahora mismo cojo un vuelo en dirección a Austria! Voy a dejarle bien claro quien es la señora en esta historia

— Vanesa no vas a ....

Antes de poder seguir hablando colgó la llamada, me froté los ojos y lancé el teléfono al sofá frustrado.

Deje salir un largo suspiro antes de levantarme y buscar una botella de vozcka para poder ponerme un trago.

Antes de poder sentarme me tambalee después del empujón que recibí, me giré como una caza para encontrarme con la mirada de mi hijo.