Extra 1

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Me temblaban las piernas como gelatina, a la vez que mis manos sudaban sin parar, me dediquÉ a mirar por la ventana de la casa de mis abuelos mientras mi abuela intentaba terminar de colocarme el velo.

— Niña estate quieta

— Lo siento, estoy nerviosa

Ella me abrazo por la espalda y dejo un beso en mi cabeza.

— Lo se corazón, pero ya veras como todo sale bien, venga levanta no hagamos esperar más a tu novio.

Me levanté y le sonreí, agarré el ramo que estaba dentro de un jarrón antes de sujetarme  de su brazo para bajar hasta el coche, una vez en el coche observe  a mi padre el cual me miraba sonriente.

— Estoy orgulloso de ti princesa

Mis ojos se llenaron de lagrimas pero las contuve sabiendo que si lloraba y el maquillaje se corría habría varias mujeres regañándome a lo bestia cuando me vieran.

Me abracé a él,dejé un beso e la mejilla y el a mí en la frente, nos pusimos en marcha.  Una vez estuvimos delante de la iglesia respiré hondo y esperé a que me abriera la puerta del coche.

Habíamos decidió casarnos en mi país, en mi ciudad, nos encontrábamos en la iglesia en la que fui bautizada, hice la comunión y la confirmación, la cual siempre fue mi primera opción donde quería casarme.

El tema de la boda no nos costo mucho organizarlo, pero sin duda lo más difícil era coordinar el idioma, ya que sería una boda bilingüe en toda regla, unas partes serían en ingles y las otras en español, pero siempre habría in traductor indicándoles a cada invitado todo lo que se decía.

— ¿Lista?

— Nací lista papá.

Respiré hondo cuando las puertas se abrieron y la melodía sin letra de la canción All of me empezó a sonar, miré a mi padre y este me guiño un ojo antes de que empezáramos a caminar, en un principio mi idea no era mirar a la gente que se encontraba allí pero no pude evitar hacerlo y sonreír a todos mis seres queridos, mis hermanos, mis amigos, mis abuelos, mis suegros, mis cuñados y mis futuros hijos los cuales me miraban con una sonrisa de oreja a oreja.

Una vez terminamos el corto recorrido miré a Colton y este me sonrió a la vez que me guiño un ojos.

— Cuídala— Le dijo mi padre.

— Con mi vida.

Agarré su mano y me coloqué a su lado,  le vi inclinarse hasta mi oreja.

— Estas preciosa

— Lo se, estas hablando conmigo.

Este se rio y me agarró la mano cuando el cura empezó a hablar.

La ceremonia estaba por fin llegando a su final y nos encontrábamos en el momento de los votos, agarré el micrófono con las manos temblorosas y suspiré.

— Bueno, sinceramente yo tenía todo mi discurso ensayado pero parece ser que no me va a salir bien la cosa— Las risas de todos se escucharon— Quien me iba  a decir que mi plan de vida perfecta de cuando era adolescente saldría adelante, vivir en Nueva York, trabajar allí y tener algo con alguien de allí hasta el punto de terminar casados y formar una familia, sinceramente aquel día en la oficina cuando encontré a un niño llorando jamás pensé que el simple hecho de ayudarle me cambiaria la vida, por lo que gracias Mason cariño esto sin ti no sería posible

Le lancé un beso y este se sonrojó haciendo que todos suspiraran ante su ternura.

— Pero hoy te quiero dar las gracias a ti Colton por no dejarme marchar aquel día, por hacerme sentir la persona más genial y maravillosa, a pesar de ser una patosa y una gafe, también te quiero pedir perdón por todo lo que hago mal a lo largo del día pero sobre todo quiero decirte que te amo mucho, que a pesar de todo te amo con todo mi corazón, por lo que hoy me siento preparada para unir mi vida a la de alguien concretamente a la tuya a pesar de tus ronquidos al dormir, de tu mal humor, de tus manías y todos tus defectos yo te amo con todo, gracias de nuevo por quererme como lo haces.

Una niñera a la españolaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora