Capítulo 21

7.6K 452 53
                                    

Maratón 3/3

Me levanté de golpe al sentir una opresión en el pecho, algo no estaba bien.

Caminé hasta la cocina para prepararme el desayuno y me senté en el salón para ver la televisión mientras lo hacía, deje la taza a mitad del camino de mi boca y mis ojos se abrieron de golpe.

..."Gracias a la información recibida por una de las trabajadoras del hogar de Colton Fernsby, la niñera, hemos podido conocer la verdadera historia de la familia Fernsby después de la supuesta muerte de la mujer del hijo menos de Henry y Martha Fernsby..."

La taza se me cayó de las manos y empecé a respirar con dificultad, corrí en dirección al dormitorio para buscar el teléfono, tenía más de doscientas llamadas de Colton.

Unos golpes en la puerta me hicieron saltar del susto y corrí para abrirla, para encontrarme con un Colton totalmente enfurecido.

— ¡ERES UN AHIJA DE PUTA!

— Colton espera yo...

— ¡YO NADA JODER! ¡HAS DESTROZADO MI VIDA, CONFIE EN TI CUANDO TE LO CONTES! ¡¿Y VAS TU Y LO VENDES COMO UNA MALDITA ESCLUSIVA?!

— ¡NO! ¡Jamás se me ocurriría hacer eso joder y menos a ti !

— ¡No me creo una puta mierda Aida!— Su cara estaba totalmente roja de la ira y sus gritos eran cada vez más fuertes— ¡Has resultado ser lo que me dijeron! ¡Una maldita zorra aprovechada con ansias de fama y de dinero!

Las lagrimas corrían por mi cara, no era capaz de decir nada y sus palabras poco a poco me iban rompiendo el corazón.

— ¡No quiero volver a verte jamás en mi puta vida! ¡estas despedida y que no te ocurra acercarte a mis hijos o familia por que acabare contigo! ¡no sabes lo muchísimo que te odio!

Una vez dijo eso se marchó cerrando de un portazo el cual hizo temblar los cuadros, me dejé caer al suelo de rodillas sin dejar de llorar sintiendo el corazón roto y un fuerte dolor en el pecho, nunca vendí esa información y aunque no le amara no le habría expuesto.

Apoyé la cabeza en la pared y empecé a llorar y a gritar como una niña, sola y asustada, se había jodido, todo se había ido a la mierda.

El hombre del que me había enamorado me odiaba, nunca más podría volver a ver a esos niños, estaba sola en una ciudad a un océano de distancia de mi familia y amigos.

Me arrastré como pude a coger el teléfono y marqué el numero de mi hermano.

¿Aida?— No fui capaz de contestar ya que de mi garganta solo salió un sollozo— Aida por favor contéstame, hemos visto la notica todo va a estar bien ¿vale? te lo prometo cielo todo estará bien.

—No...no...Marco no lo esta— Balbucee sin dejar de llorar.

Joder, voy a ir al aeropuerto a coger el primer avión que salga para allí, yo...

— No...vengáis por favor.

Sin dejarle contestar colgué el teléfono y me abracé las rodillas escondiendo mi cara en estas mientras no dejaba de llorar, diez minutos después el timbre sonó por lo que me levante y abrí la puerta encontrándome con Killian el cual me miraba preocupado.

— Me he enterado de todo y supuse que estaría mal.

No fui capaz de decir nada y el simplemente me abrazo dejando que llorara en su hombro como una niña pequeña, el era el único amigo que tenía en esta maldita ciudad.

Una niñera a la españolaWhere stories live. Discover now