Annette Blanchett de todos los hombres que existen en el mundo tuvo que enamorarse de él, de todas las personas que jamás se imagino lo eligió a él y esa es su mayor condena.
"No importa que o cuanto pase, siempre será él"
Annette Blanchett es herm...
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"Lo nuestro ya no importa"
Dice en muchas ocasiones que no existen los finales felices, que son falsos y en muchos casos todo termina en caos completo, este es un relato de ellos, es una complicación que destruye el alma y te derrumba sin importar nada, Mueres y sin darte cuenta dejas de existir por una razón evidente, él, él es la razón. Él es el motivo del desvelo, él es la explicación más infinita que se le ocurre, sin ver las consecuencias para todos ya era una maldita, para la mayoría ya no importaba y eso era una impotencia.
Lo que empezó como un día tranquilo y en familia, acabo con su peor final, en la mañana tranquila y sin mayor problema, cómo siempre, su día en familia inicio en cama donde Charles estaba con sus padres y jugaban.
La sonrisa de Annette era el amor para ambos, sus dos amores de su vida, su despertar de todas las mañanas, la risa tan natural y como canto de los angeles era música para todos, Charles se acostó en medio de ambos y la rubia se acostó de lado para verlo, su camisón blanco como la mayor parte de su ropa deslumbran ante las sábanas blancas, su cabello rubio y su ojos verdes eran detallados por Thomas, quien sacaba el humo de sus labios prestando atención a su familia.
Ambos se alcanzaron a mirar, La rubia ante está mirada se sonrojo como antes lo hacía, juntaron sus manos.
- Tal vez podamos ir a montar- Dió la idea Annette mirando a su hijo con mucha atención - Charles debería venir.
- Linda, ¿Sigues queriendo que se parezca a nosotros ? - La sonrisa oculta de Thomas fue muy grata de ver y ante su comentario, La rubia soltó una carcajada divertida.
- No me culpes, Ambos amamos los caballos... - Soltó de repente con una respuesta a su defensa, ella amaría todo lo que su hijo Charles amara.
- Se ve más de autos - Soltó burlón Thomas mientras cargaba a Charles y soltaba el cigarro aún lado de la mesa, después de apagarlo - ¿Verdad? Charles, Serás un hombre de negocios y autos.
- Síguete convenciendo de algo que no va a pasar- terminó por decir Anne con su sonrisa burlona, sacando la lengua ofendida y divertida- El se parece más a mi que a ti en ese aspecto.
- ¿Si?, Charles - Thomas miro a su hijo en sus brazos que solo jugaba con los juguetes que llevo a la cama de sus padres - Definitivamente eres igual a tu madre de desesperada e impaciente ¿No?, Y no olvidemos lo berrinchuda en ocasiones - Soltó con su voz divertida y La rubia se mostró ofendida pero su sonrisa no desapareció en ningún momento.
- Mejor vamos a desayunar antes de que sigamos con esta conversación que no me favorece - Soltó con un tono falso de molestia, se levantó para tomar a Charles de los brazos de Thomas, se besaron de manera algo rápida y en forma de cariño, La rubia bajo con Charles sin cambiarse pues lo consideraban algo más cómodo, en cambio de Thomas que si prefirió lo contrario.
