Capítulo cuatro

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Sus semblante era duro, miraba todo menos a Thomas Shelby con Danny cerca del río, suspira agitadamete un tanto molesta por como las cosas debían pasar por un ligero accidente, Se sintió fuera de si cuando se escuchó el arma disparar, su garganta se secó y sus uñas que clavan sin parar en su piel, cerró sus ojos verdes con miedo.

Annette Blanchett se despertó con su respiración agitada y su sudor en todo su cuerpo, la rubia noto la manera en que temblaba, su pecho subía y bajaba constantemente tratando de recomponer su postura, suspiró mirando la habitación buscando algún peligro para ella, notaba tras las cortinas la luz de la luna y escuchaba constantemente el sonido de un disparo, recordando la planeada muerte de Danny. Era real, para la mayoría era real la pérdida de Danny pero para ella una carga más de mentiras, un dolor en su pecho de culpa y ansiedad, un dolor en su mente que constantemente la culpa por mentir ó ocultar la verdad, uno que otro susurro de mentiras, eso era lo que Thomas Shelby le daba y por culpa del contrato no podía huir.

La Francesa se levantó de su cama sin poder seguir durmiendo, miro el arma posada en la mesa de noche, sin pensarlo mucho la tomo.

Gritos, Gritos era lo que recordaba, lo que se escuchaba tras esas paredes, una palabra tras otra, con ira y dureza muy notable, sus pasos se detuvieron al final de la escalera, muchos en aquel lugar la miraban con gestos diferentes y una emoción distinta, La joven rubia bajo la mirada tras las que recibía y miro las escaleras donde se detuvo en la puerta de su hogar, aquel edificio tan humilde que recién una sola pareja podía caber en un cuarto pero para Annette Blanchett vivía con sus cuatro hermanos y sus padres, sólo llevaban días en Birmingham, Small Heath y era sofocante que ella no reconocía o consideraba un hogar, sin pensarlo mucho se apartó de las escaleras y camino dispuesta a salir mientras que unos de sus hermanos la seguía, se detuvo unas calles adelante para mirar a su hermano mayor.

- No es necesario que me sigas- le miro sin mucho ánimo en sus rostro, Aquel joven la miro sin importar mucho se acercó para hablar sin gritar.

- No te sigo- Su voz fue sincera y le tendió un sobre, Jason Blanchett miro a las calles sin mucho ánimo- Lo has dejado.

- Gracias, No me he dado cuenta- Su voz fue más suave y lenta, la rubia bajo la mirada avergonzada y su hermano la miro.

 |Thomas Shelby|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora