Ocho.

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"Ven conmigo afuera."

Tsukishima no había mejorado como había prometido que lo haría. Era capaz de levantarse y caminar, pero todavía estaba conectado permanentemente al dispositivo de respiración. Todavía se quedaba sin aliento con facilidad y no tenía permitido esforzarse para caminar a larga distancia.

Yamaguchi estaba sombreando la esquina de la boca de Tsukishima cuando Tsukishima hizo esa solicitud. "No puedes."

"Prometiste que me seguirías llevando afuera. Deja de ser tan aburrido."

"No, me refiero que físicamente no puedes. Los doctores dijeron que no podías caminar largas distancias, y ahora, ¿Cómo se supone que llevemos esa cosa gigante con nosotros?" Yamaguchi gesticuló al dispositivo de respiración en el lado opuesto de la habitación. "De todas maneras, ¿No estás escribiendo algo?"

Instintivamente, Tsukishima apagó su laptop. "Algo así, pero ya casi termino con ello. Vayamos afuera."

Yamaguchi bajó y guardó su libreta para luego dirigirse hacia Tsukishima, pretendiendo quejarse de él. Puso una mano en la cabeza de Tsukishima y fingió estar sorprendido. "¿Estás realmente entusiasmado por algo? ¿Quién eres y qué hiciste con Tsukki?"

Tsukishima apartó su mano. "Cállate, Yamaguchi. Podemos conseguir una silla de ruedas y conectar el dispositivo ahí. Vayamos a dar un paseo o algo."

Yamaguchi lo miró fijamente por un rato, y luego suspiró. "Bien. Iré a conseguir algún doctor. Vamos."

Tsukishima no habló mucho durante el camino. Simplemente observaba el mundo que lo rodeaba con ojos vidriosos y una expresión pensativa. A Yamaguchi no le importaba el silencio, no quería intentar llenarlo con conversaciones sin sentido. Dejó que Tsukishima tuviese un momento para él mismo. En cambio, saludó a las personas que pasaban por la misma calle que ellos. Le dijo hola a la señorita que trabajaba en la tienda de comestibles, se detuvo por unos segundos para ayudar a un anciano a llevar cajas a un camión y tuvo una conversación terriblemente larga con una anciana sentada en el banco de un parque a quien, aparentemente, no le agradaba mucho el hecho de que su yerno quisiera dedicarse a las artes. Yamaguchi tuvo un pequeño espasmo en el párpado mientras la conversación se mantenía a pie, lo cual hizo que Tsukishima saliese de su trance y le pidiera a Yamaguchi que lo apartara. Se rio disimuladamente de la furia del chico cuando estuvieron fuera del alcance de la señora.

"Estuviste extrañamente silencioso durante la caminata," Remarcó. "¿No vas a burlarte de la vieja bruja de ahí?"

Yamaguchi negó con la cabeza. "Escucho ese tipo de cosas todo el tiempo, además, pensé que te gustaba el silencio."

Tsukishima murmuró ligeramente. "Sí, me gusta. Supongo que estoy acostumbrado a escucharte hablar de fondo."

El rostro de Yamaguchi se enrojeció. "Oh, ¿Entonces solo soy un sonido de fondo para tí?" Intentó decir un tono burlón, pero su voz se torció tanto que apenas salió como un susurro.

Tsukishima echó su cabeza hacia atrás para mirar a Yamaguchi. "Claro que no, cálla-" Vaciló. "Espera, me refiero-"

Fue interrumpido por la risa de Yamaguchi. "Sí, sí, lo entiendo. No te lastimes."

Tsukishima se volteó y apoyó su cabeza en el reposacabezas de la silla mientras Yamaguchi hablaba suavemente de la escuela. Hablaba sobre las solicitudes de la escuela de artes, de partidos de vóley y de sus obvios e idiotas compañeros de equipo.

"Hablando en serio, están tan obviamente enamorados que es repugnante. ¿Qué tan densa puede ser una persona?"

Tsukishima resopló. "Cuéntame sobre ello."

Yamaguchi frunció el ceño, anhelando que Tsukishima no pudiera decir que tan rápido latía su corazón. Decidió ignorar ese comentario y continuar hablando.

Después de caminar un rato, Tsukishima tironeó de su manga y señaló una pastelería.

"Entremos allí. Está haciendo frío."

Yamaguchi frunció el ceño en el momento en el que entró a la pastelería. "¿Te estás sintiendo bien? Si tienes frío, podemos regresar."

"Estoy bien, Yamaguchi. Solo quería visitar."

Yamaguchi encontró una mesa vacía y ambos hicieron sus pedidos. No pudo evitar reírse ante el pedido de Tsukishima.

"¿Shortcake? Deberías haberme dicho, lo podría haber preparado para tí en su lugar," Rio disimuladamente.

"Cállate, es nostálgico. Mi hermano solía comprarme de esas todo el tiempo, incluso me trajo una recientemente," Respondió distraídamente, tomando su pastel.

Yamaguchi se congeló. Tsukishima rara vez mencionaba a su familia. Ni siquiera sabía si se seguía manteniendo en contacto con ellos. Siempre asumió que tenía una situación complicada con su familia. De todos modos, no parecía alguien que tuviera apego sentimental.

Tsukishima debió haber notado su silencio porque agregó, "No le hablo mucho. Ya se graduó y le dije que no me visitara, pero no es como si eso lo detuviera."

"Entonces, ¿te visita seguido?"

"No, definitivamente no. Dejó de visitarme hace un par de años, pero volvió a hacerlo hace un par de días, mientras estabas en las nacionales."

Yamaguchi dejó de respirar. Nacionales. Karasuno bajó bastante antes de perder ante una escuela en Tokio. Tsukishima quería ir, pero era demasiado lejos como para que el hospital lo dejara hacerlo. Aún así, él llamaba a Tsukishima casi todos los días.

"Nunca me contaste," Dijo suavemente.

Tsukishima se encogió de hombros. "Te estoy contando ahora, ¿No? De todos modos, no me vino a visitar por mucho tiempo, solo me compró el pastel y hablamos un poco."

"¿De qué hablaron?"

Los ojos de Tsukishima se abrieron como platos. "Uh, nada en particular. Sobre la vida, supongo. O la falta de ella en mi caso."

Yamaguchi no sabía que decir. ¿Se suponía que la mayoría de las personas sabían que decir? Su cerebro quedó en blanco intentando pensar una respuesta.

"¿Lo extrañas a veces?"

Tsukishima dejó el trozo que había tomado de su pastel y dejó escapar un suspiro tembloroso. "A veces, sí. Lo extraño."

"Entonces, ¿Por qué no le hablas más seguido?" Preguntó suavemente. Tsukishima abrió su boca como si fuese a contestar, pero simplemente negó con su cabeza.

"No lo sé."

Se quedaron callados por el resto del tiempo en el que estuvieron en la pastelería. Tsukishima apenas había tocado su pastel, dándoselo a Yamaguchi al final. Ambos se fueron de ahí y emprendieron su camino de vuelta hacia el hospital. Yamaguchi fue el primero en romper el hielo.

"Entonces... ¿Cuándo conoceré a tu hermano?"

"Oh, absolutamente no."

promise me | tskym.Where stories live. Discover now