Trece.

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Yamaguchi finalmente obtuvo una llamada del hospital, avisándole que ya podía ir a visitarlo. Fue en el medio de una práctica de vóley. Dejó a Hinata y Kageyama a cargo para luego salir disparado del gimnasio.

Tsukishima se veía cansado. Sus ojos estaban entrecerrados, y respiraba lentamente como si le tomara muchísimo esfuerzo hacerlo. Ni siquiera notó la presencia de Yamaguchi hasta que se sentó en la silla que estaba al lado de la camilla. Intentó esbozar una pequeña sonrisa.

"Hey. Ha pasado un tiempo." La voz de Tsukishima sonaba ronca, haciendo que Yamaguchi ponga una mueca de dolor.

"¿Duele hablar?" Susurró. Tsukishima asintió con la cabeza suavemente. Sus anteojos se deslizaron por su nariz, y Yamaguchi se inclinó para empujarlos hacia atrás. Dejó que su mano permaneciera allí por un segundo, antes de moverla y tomar la mano de Tsukishima. Estaba fría y pálida. Yamaguchi la apretó con un poco más de fuerza.

"Una semana. Eso es lo que dijeron los doctores. Tengo aproximadamente una semana. Quizás más, quizás menos." Tsukishima inhaló bruscamente otra vez. "¿Todavía te vas a quedar?"

Yamaguchi asintió. "Me quedaré."

Tsukishima se burló sutilmente. "Tal y como supuse."

Estaban ambos callados. Yamaguchi amaba los silencios cómodos que compartía con Tsukishima, pero este era diferente. Era incómodamente pesado saber que ya no podían ignorar lo desesperado que era lo que tenían.

"¿Puedes llevarme afuera?" Preguntó Tsukishima, su voz era apenas audible.

Yamaguchi se quedó mirándolo fijo por un rato antes de negar con la cabeza. "Absolutamente no. No te pondré en riesgo a propósito."

"¿En riesgo de qué? Estaré muerto en una semana, Yamaguchi." Intentó reír, pero salió como un fuerte resuello. "No es como si eso fuera a cambiar."

Yamaguchi volvió a negar con la cabeza, con fuerza esta vez. "Tsukki, estás muy-"

"Lo prometiste. Por favor." La voz de Tsukishima no sonaba como una súplica. Era serena y fría como siempre, pero Yamaguchi sabía que no dejaría de insistir hasta que lo llevara afuera.

"¿Dónde quieres ir?"


"¿La playa?" Preguntó Yamaguchi. Estaba haciendo todo lo posible para llevar a Tsukishima a través de la arena y no desviarse accidentalmente para no caer en el océano.

"Sí, la playa." Tsukishima jugueteó un poco con el bote de aire unido a la silla antes de dejarlo donde estaba. "¿Alguna vez estuviste allí?"

"¡He estado! Solo que no sé porqué querrías venir aquí."

Hacía frío, bastante frío como para que haya gente en la playa. Eran los únicos ahí. Tsukishima estaba guiando a Yamaguchi en dónde debían ir. Todo lo que podía ver hasta ahora era una gran extensión de arena.

"Solía venir aquí bastante cuando me admitieron. Había un pequeño lugar en el cual solía sentarme y me quedaba mirando las olas por horas. Quería mostrártelo."

"Oh." Yamaguchi sabía que Tsukishima no podía ver su rostro, pero sonrió de todas maneras. "Eso es tierno."

Tsukishima refunfuñó. "No lo es."

"Mhm, por supuesto." Yamaguchi rio y Tsukishima se dio la vuelta para darle un manotazo en el brazo. Casi se desvían al océano.

Yamaguchi paró cerca del rompeolas para comprar un par de paletas de helado. Le extendió el de frutilla a Tsukishima, quien lo tomó y luego señaló un lugar en la arena. "Está allí."

promise me | tskym.Where stories live. Discover now