Capítulo 32 - Sospechas

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— ¡Llegamos! —Yiaer se anunció entrando junto a Yibo. Ambos dejaron sus abrigos colgados en el perchero cerca a la puerta.

— ¿Llegaron mis dos hombrecitos? —la señora Wang salió de la cocina sonriendo junto a su hija.

En un abrir y cerrar de ojos, la señora Wang ya tenía al par de chicos pegados en un cálido abrazado — ¡Mamá! ¡Llegaron rápido! Pensé que llegarían mañana — dijo Yiaer mirándola al tiempo que recibía por parte de la señora un beso en su frente.

— ¡Cierto! —agregó Yibo— ¿Y papá? —preguntó al no ver al señor ni al escuchar su voz.

— Su padre se quedó en Chippenham —respondió la señora mientras acomodaba el cabello del menor— Está con el tío Cheng.

— ¿El tío está en Chippenham? —el par de chicos abrieron grande los ojos en gran emoción— ¿vendrá a visitarnos? Si no tiene tiempo, nosotros podemos ir en un momento rápido.

— Eso mismo le dije a mamá — Yifei se acercó tomando la mano de su madre — Hace rato que no vemos al tío Cheng ¿no podemos ir a visitarlo siquiera un rato pequeñito?

Los tres hijos de la señora empezaron en coro pidiendo poder ver a su tío favorito, pero después de algunas súplicas la señora negó— Él y su padre están muy ocupados.

— ¿Sí? —cuestionó Yiaer— ¿Trabajo?

La señora vio como sus hijos la miraban con gran curiosidad. Estaba decidida a no contar nada, pero aquellas tiernas miradas le ganaron.

— Vengan, les diré, pero que esto no salga de la casa ¿entendido? —la señora caminó al comedor donde tomó asiento en una de las sillas— Feifei ¿hay té? Nos puedes servir, por favor.

Yibo enseguida caminó acercándose a la encimera— Yo lo hago, mamá.

Mientras Yibo servía 4 tazas de té la señora empezó a contar— Bueno mis niños, resulta que su tío Cheng le escribió un telegrama a su padre.

— Wow... debe ser algo urgente para haber pagado un telegrama —habló Yiaer con sorpresa.

La señora asintió— La policía detuvo a su primo... otra vez... parece que lo acusaran por intentar matar a un chico.

Las bocas de todos los chicos se abrieron a más no poder. Los tres bien tenían entendido que su único primo era un chico complicado— ¿Mató a alguien? —dijo Yibo sorprendido mientras dejaba las tazas sobre la mesa.

La señora enseguida negó— Lo que nos dijo su tío Cheng es que Lu estaba en el lugar equivocado y justo en un mal momento. Bueno, de lugar equivocado lo dudo... de seguro estaba con ese grupito de muchachos raros —la señora continuó después de un sorbo de té— Parece ser que estaban tomando y terminaron en pelea. Resultado, uno de los muchachos salió apuñalado con una botella y murió desangrado.

— ¿Y Lulu? —dijo Yifei con gran preocupación— No salió lastimado ¿verdad?

— Afortunadamente no, había como 6 o 9 personas en el lugar y cuando la policía llegó solo lo agarraron a él junto a otra chica más. —La señora Wang soltó un suspiro— Ahora ZhouCheng está con su padre buscando un buen abogado.

— ¿En Bath no hay abogados? —preguntó Yiaer.

— Los hay. El problema es que Bath ya es una ciudad muy grande y parece que sale más económico buscar alguien de Chippenham y llevarlo a Bath por eso su padre se quedó con el camión.

— Pobre tío Cheng... creo que Lulu ya se pasó esta vez... —mencionó Yifei con la taza cerca a sus labios.

La señora asintió— Da tristeza por Cheng, pero es algo que se veía venir... andando con esa manada de vagos busca problemas.

[1937 | Un Viejo Amor]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora