Capítulo 44 - Arrepentimiento

145 40 46
                                    

— ¡¿Qué?! —gritó Yibo y a los segundos ya se encontraba saliendo del salón con gran furia. Un león totalmente irritado.

— ¡Espera! ¡Yibo! ¡Fue sin querer! —Daxun lo perseguía, pero Yibo no se detenía— Me tocó ir al restaurante y bueno, preguntaron por ti porque te vieron salir de la oficina de correos ¡Pero traté de negarlo todo!

— ¡Te dije que nunca lo mencionaras! ¡Y menos frente a él! —Yibo deambulaba enojado por la escuela.

— ¡Lo sé!

— ¡Ahora Xiao Zhan piensa que soy un irresponsable por no cumplí su promesa!

— ¡Te juro que traté de remediarlo! Le dije que tú no buscaste el trabajo, que a ti te buscaron —sin embargo, el chico empezaba a ignorarlo por completo— ¡Yibo! Escúchame. —colocó una mano en su hombro.

— ¡No! —gritó apartándolo de un manotazo y dándole un empujón— ¡No vuelvo a contarte nada! ¡Eres un soplón! Así mismo eres de sapo como mi hermano

— ¿Qué? ¿Cómo me dijiste? ¡Igual en algún momento Zhan se iba a enterar! ¡Te dije que era mejor que le contaras todo desde el primer día!

— ¡Sí! ¡Recuerdo que lo dijiste, pero preferí confiar en que no ibas a decir nada!

— Yibo... — Por un momento Daxun se había quedado sin palabras. Nunca había visto a su amigo tan enojado. Hasta su respiración se notaba agitada por la furia— Está bien... no vuelvas a contarme nada o no me hables más, si eso te tranquiliza, pero habla con Zhan quizás no está tan enojado como crees.

— ¡Ja! ¿Qué no? ¿No viste como me ignoraba? Hace como si no estuviera presente.

— Si quieres yo hablo con él, estoy seguro de que no está tan-

— ¡No! Rompí su promesa...

— Pero a lo mejor si los dos hablan puede que él lo entiend-

— ¡Que no!

Daxun frunció la frente mirando a Yibo y dio un empujo en el hombro del chico— ¡Pues bien! Si eso es lo que quieres ¡Que Zhan siga enojado contigo! ¡Que te siga ignorando! ¡Eres tan desesperante!

— ¡Oigan! ¡Chicos! —ambos voltearon al escuchar la voz de Jing quien los llamaba moviendo su mano, sentado a la sombra de un árbol— ¡Aquí estamos! —Shin y Xiao Zhan igualmente estaba junto al chico Jing.

Yibo y Daxun no dijeron una palabra más, solo se acercaron para estar con el resto del grupo.

Durante todo el receso y el almuerzo, los gemelos eran los que más hablaban. El ambiente entre aquel par de amigos se notaba bastante tenso; ninguno se dirigía la palabra y aun así Daxun colocaba una sonrisa durante la conversación.

Aquel día pasó, el siguiente y otro más.

La tensión solo parecía crecer entre Yibo y Daxun.

— Shin... soy solo yo o... —Jing dio un vistazo hacia atrás— ¿Yibo y Daxun se pelearon?

Shin al igual que su hermano dio un vistazo y finalmente movió sus hombros— Quizás, no sé. No me importa que pase entre esos dos.

Jing frunció levemente la frente ante las palabras de su hermano— Y yo que pensaba que nos llevaríamos bien otra vez... —Pero Jing no era el único que notaba esa aura de incomodidad.

Xiao Zhan a lo largo de la semana observó como aquellos amigos se trataban como desconocidos— ¿Es posible que Daxun le hubiese dicho a Yibo que me contó sobre su nuevo trabajo? ¿Se habrán peleado por eso? —Xiao Zhan frunció levemente las cejas— Yo... solo quería darle una lección a Yibo... ignorándolo como él lo hizo conmigo... no quería que se peleara con Daxun... —El joven Xiao suspiró muy frustrado. A su mente llegó aquella vez que Yibo lo ignoró. Recordaba lo rápido que lo perdonó; de hecho, fue el mismo día ¿Por qué no pasaba igual con Daxun? Pero había una pregunta aún más importante en la mente del joven ¿Por qué no había hablado con Yibo? ¿Por qué hacerle creer al menor que aún estaba enojado? La promesa le importaba poco. Conociendo lo inquieto que era el joven Wang, bien sabía que en algún momento conseguiría un trabajo. Aquella promesa solo había sido una excusa para evitar que el chico se sobre-esforzara por querer ayudarle.

[1937 | Un Viejo Amor]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora