Era el verano antes de comenzar la escuela, y Aurora estaba preparándose para entrar a su último año en Hogwarts.
Los planes de tranquilidad y soledad cambian cuando su padre decide que el joven Malfoy se quedará mayor parte del verano en la Man...
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En la segunda semana de Agosto, Aurora se encontraba feliz. Sus mejores amigos finalmente podrían ir a visitarla a su mansión, y pasar tiempo con ella. Sonja acostumbraba a venir en los veranos en varias ocasiones. Nicholas, en cambio, jamás había podido venir, sólo porque su familia suele viajar todos los veranos fuera de Gran Bretaña.
—Un gusto, señor Sinclair, por fin nos conocemos —la voz de Nicholas sonaba seria, lo que causó que Aurora y Sonja soltaran una pequeña carcajada.
Ambas se taparon la boca al ver la mirada asesina de su amigo.
—El gusto es mío Nicholas, a pesar de que me enteré de tu existencia este mismo verano, es un placer tenerte acá con nosotros —su padre le sonrió.
Nicholas miró confundido a Aurora.
—Haré como que eso no dolió —se llevó la mano al pecho, fingiendo dolor.
—Ya, ya, ¿iremos a por un chapuzón al lago, o qué? —Sonja dijo emocionada.
Aurora rodó los ojos, riendo.
—Sí, sí, vamos —la castaña movió su mano, señalando que la siguiera.
Los tres se dirigieron corriendo hacia la orilla del lago. Para su suerte, era un día soleado y la brisa corría suavemente. Los tres comenzaron rápidamente a quitarse su ropa, quedando solo en ropa interior. No había mucha vergüenza entre los tres, después de tantos años de amistad, ya todo les daba lo mismo.
Aurora y Sonja fueron las primeras en meter las piernas al agua, la cual estaba un poco helada para su gusto. Ambas estaban abrazándose a si mismas, entrando lentamente a la profundidad del lago.
—¡Aaaaaaaaah! —el grito de Nicholas, el cual cada vez se hacía más cercano, las alarmó.
Sin aviso, él ya se había lanzado desde el mini muelle que estaba a un lado, cayendo a su lado, y por ende, dejándolas empapadas completamente.
—¡Oye, no seas un jodido hijo de —comenzó a insultar Sonja, pero fue interrumpida por Nic.
—¡No hables mal de tu suegra, amor! —molestó él, agarrándola por la cintura y abrazándola mientras le daba una rápida mirada a Aurora, la cuál hizo sonidos de arcadas, mientras les salpicaba agua.
—¡Qué asco, no hagan bebés en mi lago! —gritó.
De un momento a otro, estaban los tres lanzándose agua y riendo como niños pequeños.
Aurora se sintió completa después de mucho tiempo. Sus mejores amigos realmente sabían como hacerla sentir bien sin siquiera intentarlo.
—¡Hey! —se escuchó a lo lejos.
A la distancia venían caminando Sawyer, Thomas y...
—¿Malfoy, qué hace Malfoy acá? —preguntó su amigo.
