¡Hello, Skater! || Yax ||

Capítulo 11: I like your enthusiasm.

Dedicado a: JaessJinx

¡Feliz Cumpleaños dulzura!

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—¡mamá! no puedes hablar en serio...

—vamos chicos, no sera tan malo. —costesto su madre.

—contrataste una niñera, definitivamente sera malo.

—y es bastante ofensivo si lo piensas.

—¡si! Podemos cuidarnos solos.

—¿ah si? —dijo la madre de los tres patitos frente a ella, mientras levantaba una ceja. —¿Quieren recordar lo que paso la ultima vez que los dejamos solos?

—¡fue un accidente! Pensé que era una reliquia mágica normal, no una reliquia magica maldita. —se excuso el pato de camisa azul.

Della rodó los ojos, pero sonreía con el recuerdo.

—¿por lo menos la elegiste tu? —pregunto el menor del trio, sus manos dentro de su sudadera verde y su rostro, casi siempre con expresión aburrida, arqueaba una ceja.

—no, lo hizo Donald. —tres quejidos exagerados resonaron en el recibidor de la gran mansión. —Pero dijo que sin duda les gustaría.

—lo dudo. —contesto de inmediato el pato de gorra roja, su ceño ligeramente frucido.

—dijo que era el hijo de un viejo amigo de el y Mickey. —agregó Della.

La patita entre ellos jadeo mientras sus ojos se agrandaban y parecían brillar. —¿¡un amigo de Donald y Mickey!? —exclamo emocionada.

Pero antes de poder hacer un monton de preguntas, alguien golpeo a la puerta.

Un segundo después, un fantasma vestido de mayordomo emergió del suelo. Sus manos en su espalda, la barbilla arriba y ojos cerrados. —sus invitados estan aquí. —aviso.

—gracias Duckworth. —el fantasma asintió y despareció en el techo. Della dio un giro de 90° sobre su pata de metal y se dirigió a la puerta, seguida por sus tres patos que se quejaban y la patita de moño.

...

—Max, cuando dijiste que serias niñero de unos viejos amigos, ahhh, no me esperaba que fuera en una mansión de Duckburg.

Max se rió, mientras extendia la mano para ayudar a Yakko a salir del taxi. —¿perdon por eso?

—nada mal. —dijo Dot viendo toda la casa con las manos en sus caderas. Ahora que tenia ropa nueva, se decidió a probarla toda tanto como podía. Asi que, ahora traía una linda camiseta verde marino que dejaba ver uno de sus hombros además de su falda.

—¡Faboo! —exclamo Wakko de pie junto a ella. El estaba como siempre.

Max dio las gracias al conductor y este se fue. Se dio la vuelta, mirando con asombro el enorme hogar. —se ve igual que siempre... —murmuro para si mismo, un sentimiento de nostalgia asentándose en su pecho.

—¿entonces...? —dijo Yakko. El habia optado por una camisa verde para combinar con unos pantalones casi como los suyos pero de un verde opaco y oscuro.

Max sonrio mientras caminaba a la entrada y subia los escalones seguido por los Warner. —ellos son sobrinos de un amigo de mi papá, su tio abuelo es el dueño de todo esto. —toco la gran puerta. —¿seguros que no pasa nada si se van del estudio? No quisiera que los regañen...