¡Hello, Skater! || Yax ||

Capítulo 13: ¡I love it!

TODAVÍA ES VIERNES x2

El día de hoy, comienza lo que yo llamo la trama de esta historia.

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Los Hermanos Warner y la Hermana Warner salieron del estudio saludando a Ralph, quien ya ni se molesto en intentar detenerlos, cuando llego su transporte.

—¡Maxy! —Yakko fue directo hacia Max quien los saludaba de pie apoyado en la puerta trasera de púa Limusina. Este lo recibió con los brazos abiertos cuando Yakko se lanzo para un abrazo.

—hey, te compre algo. —Saludó Max.

—¿un regalo? —Yakko tarareó con alegría. —¡oh, maxy! No debiste, gracias. ¿donde esta?

Max solto una risita. Se aparto para abrirles la puerta al mismo tiempo que saludaba a Wakko y Dot.

Al entrar, los hermanos Warner y la hermana Warner saludaron al conductor y piloto que habían conocido la vez pasada cuando los llevo de regreso a casa, McQuack, con un beso típico de ellos. Bueno, al menos Wakko y Dot lo hicieron.

—¡Holaaaa, McQuack! — canturrearon los tres.

McQuack sacudio la cabeza y sonrió. —¡hola amigos del niñero de Dewey y amiga de Webby!

—entonces ¿y mi regalo, amor? —pregunto Yakko sentándose junto a Max, mientras los cuatro se ponían los cinturones y McQuack encendía el auto.

Max arqueó una ceja sonriendo. —¿un poco impaciente, amor?

—si, culpable. Ya, dámelo, vamos. —Yakko hizo hincapié con las manos, ignorando el apodo por el bien de sus mejillas. No sirvió de mucho.

Max le dio una sonrisa burlona y coqueta. —¿darte qué?

Yakko, siendo experto en cosas de doble sentido, entendió al instante su error. Sus mejillas perdieron la batalla y se volvieron rojo carmín. Le dio un empujón juguetón un-tanto-fuerte a Max mientras este se reía.

—estupido. —le regaño entre dientes.

Max se rió un poco mas con un pequeño “a-hyuck” y luego saco una caja mediana y plana de debajo de su asiento. Max apenas le extendio el regalo a Yakko este lo arranco de sus manos y le quito la tapa. Sus hermanos se inclinaron hacia adelante para ver el contenido.

Yakko miro el interior de la caja por un rato con la expresión en blanco. Max empezo a ponerse nervioso.

—¿que es? —pregunto Dot cuando su hermano no estaba diciendo nada.

—¿es comida? —pregunto Wakko.

—¿no te... gusta? —pregunto Max con una mueca.

Yakko metio las manos en la caja y saco lo que habia dentro.

Un sueter verde manzana, con cuello de tortuga. Con solo verlo sabias que era calido, grueso y suave. Se veia sin duda una talla mas grande que la de Yakko, pero aun así no era tan grande como su sonrisa y el brillo dulce que aparecio en sus ojos.

—¡que lindo! —exclamo Dot. Wakko asintió aunque le decepcionara un poco que no fuera comida.

—¿entonces? ¿te gusta? —preguntó Max aun retorciendo los dedos.

Yakko abrazo el sueter contra su pecho y se inclino para darle un beso en la mejilla a Max. —¡Me encanta!

Max sonrió aun un poco atontado por el beso.