¡Hello, Skater! || Yax ||

16.5: it seemed like you had rage.

¡wenas!
Esto de hecho iba en el capitulo anterior pero me acorde a ultimo minuto y me dio flojera agregarlo.

Entonces toca aqui.

—.—.—

Todo el grupo dejo a Duckworth limpiar el recibidor para ir a la cocina y comer una cena tardía de triunfo, como lo llamo Dewey.

Max no dijo nada cuando la elección unanime (influenciada por Wakko) fueron Pss-ghettis con soda, ¿porque? Porque Max sabía que los niños estaban tan agotados que una sola lata de soda no sería suficiente para ponerlos activos de nuevo.

Y porque el tambien queria una, claro.

Incluso hizo su Salsa Especial Casera Sencilla que consistía en tomar tres tomates, dos cebolla, cuatro dientes de ajo, licuarlos y luego cocinarlo por veinte minutos con sal, aceite, y dos cucharadas de salsa inglesa.

Mientras comían, todos relataban sus partes favoritas de lo ocurrido entre risas y gestos emocionados, hasta que llegaron al gran momento de Max.

—¡estuviste increible! —dijo Dewey con eufórica.

Max se sonrojo un poco mientras hacia girar el tenedor en su pasta. —jeh, bueno, gracias Dewey.

—jamas te habiamos visto así. —comentó Huey.

—parecía como si tuvieras rabia. —dijo Lena.

Max hizo una mueca ante eso último.

—yo creo que se veia guapísimo. —dijo Yakko, con todo el orgullo que pudo reunir en su voz y en su sonrisa.

Max lo miro a su lado y tomo su mano libre debajo de la mesa antes de inclinarse para un rápido beso en su mejilla que las puso rojas y alegro la cola de los dos.

Lena y Dot vieron la escena acaramelada y rodaron los ojos.

—¡y la parte en que le arrancaste el brazo de un mordisco! —dijo Dewey de nuevo, con gestos descriptivos.

—ah si- espera ¿que yo hice que? —pregunto Max volteando hacia el patito de azul.

—¡Si! Le arrancaste el brazo a Bushroot con tus dientes, fue genial. —contesto Dewey antes de meterse otro bocado de pasta a la boca.

Max fruncio las cejas preocupado. —yo, uh, no recuerdo mucho de eso, ¿cual es Bushroot?

—el tipo planta. —contesto Louie, dando un sorbo a su soda.

—y ¿hubo... Jugo... de planta, salpicando? —pregunto, dudoso de cual era la palabra correcta. Entonces antes de recibir una respuesta el pánico lo invadió. —oh dios, dime que no me entro en la boca.

Varios en la mesa se rieron y Yakko movió su mano a la espalda de Max para reconfortarlo.

—no, se rompio como ramita seca. —contesto Huey.

—pero fue una impresionante demostración de la fuerza de tu mandibula y tus dientes. —dijo Violeta. —ademas, esta salsa esta deliciosa.

—oh, gracias. —murmuró Max.

—¡y todo fue por mi! —exclamo Yakko, casi interrumpiendo a Max. —ya quisieran las chicas tener un novio como el mio. —dijo, señalandose a si mismo.

Max se rio mientras los demas hacian ruidos de molestia y asco.

—¿puedo tener más? —pregunto Wakko levantando su plato vacío.