Capítulo III: El regreso de Elliot.

3.3K 344 116
                                    

Encendí mi IPod, y active la lista aleatoria. Caminé mientras sonaba la primera canción. "Fix you- Coldplay".

Aún bien abrigada pude sentir cuando el frío inmenso invadió el lugar.

" Could it be worse...? Cantaba Chris Martin, cuando alguien se sentó a mi lado, y a lo lejos me pareció escuchar un "Hola".

Me quité un audífono, y lo enfrenté. Era el chico de la tarde... El tal Elliot.

-¿Tú? ¿De nuevo?- Le pregunté sin tener nada de sorpresa en la voz. ¿Acaso me persigues?- Dije ahora un poco molesta mientras alzaba una ceja.

-Pues... No. No exactamente.- Dijo él mientras reía con dulzura.

Ahora alcé ambas cejas sorprendida.

-Eres extraño ¿Lo sabías?- Le dije sin bromear. Él volvió a reír, y yo en serio me moleste

-Lo dices todo el tiempo.-Agregó.

Abrí la boca en forma de O para hablar, pero no pude decir nada. Lo miré con la confusión escrita en mi rostro, antes de levantarme y comenzar a caminar con rapidez lejos de ahí. En menos de un minuto él ya estaba a mi lado.

-No quiero asustarte, menos molestarte- Dijo con seriedad.

-¿Por qué me sigues?- Pregunté ahora sí realmente asustada.

-¡No! No te asustes.-Dijo él con nerviosismo.

-¿Cómo pretendes que no lo haga si me has perseguido todo el día?- Le reclamé sin detenerme. Sentía la indignación es mis palabras.

-Lo lamento. Sólo escúchame por favor. Sólo dame un minuto ¿Sí?-Suplicó él.

Lo dude. Tenía miedo, no lo negaba. Estaba en un lugar donde no me sentía segura, el ambiente era solitario. Pasé mi vista un par de veces alrededor esperando encontrar a alguien que pudiera auxiliarme por cualquier cosa, pero no tuve éxito.

-No tengas miedo por favor- Susurró.
Me atonte al escuchar esas palabras.
Me tomó de la muñeca. Mis pies se pegaron al suelo y me puse rígida con el contacto de su piel. Su mano estaba tan fría como el viento.

Me estremecí cuando él encerró mi muñeca con su helada mano. Quería gritar pero me había quedado sin habla.

-¿No me recuerdas?- Preguntó dolido.

Parpadee un par de veces para recuperarme del miedo, y lo examine con la mirada. Respiré.

-La verdad es que no-Dije con sinceridad, y volví la vista hacía su mano en mi muñeca. Él bajo la mirada, pero no en la misma dirección que yo. Suspiró con tristeza y yo me sorprendí y rápidamente me sentí mal por esto.

-Oh, realmente lo siento. Pero no recuerdo haberte visto hasta hoy en la mañana.-Dije esperanza a que esto le quitara la nostalgia a su mirada.

-Te equivocas-. Musito entre dientes.

Fruncí mas el ceño, no se sí porque todo esto me estaba confundiendo como nunca, o porque realmente quería recordar quien era él.

-Nos conocimos hace años -Agregó.- Como te dije hoy en la tarde soy Elliot-Continuó pero yo seguía sin poder recordar.- Estuvimos juntos en la fiesta de cumpleaños ¿Lo recuerdas? Fuí quien te dio tu primer beso -Confesó al fin, diciendo lo último con una pequeña sonrisa torcida que desapareció en segundos.

Abrí los ojos como platos, y solté un bufido. Lo que él estaba diciendo era exactamente lo que yo había leído esta tarde. Todo esto era demasiado para mí. La intriga y la sorpresa me invadían.

-¿Elliot?-Fue lo único que pude decir después de un largo rato.- ¿En serio eres tú?- Pregunté aún incrédula.

Él sonrió levemente al ver que al menos había recordado quien era.

-Lo soy- Dijo sonriendo tímidamente, pero había algo indescriptible en esa sonrisa. Sacudí la cabeza hasta que logre articular palabras nuevamente.

-Es increíble... Ha pasado demasiado tiempo. ¿Cómo es posible que aun me recuerdes?- Dije todavía sorprendida.

-Es fácil. Un día al despedirme de una hermosa niña, le dije que tenia los ojos mas hermosos del mundo y me prometí a mi mismo nunca olvidarme de ellos ni de ella.- Murmuró mientras extendía más su sonrisa.

Estaba casi boquiabierta. No podría recordar nada de eso. ¿A dónde se habían ido todos esos recuerdos?

-Es impresionante que recuerdes eso, y debo confesar que un poco aterrador, éramos solo niños. Yo apenas recuerdo lo que comí ayer.-Bromee sin gracia.

Él rió en bajo, y me soltó la muñeca. El espacio de mi piel donde había estado su mano, se sintió aliviada, pero a la vez, tuve la extraña necesidad de querer volver a sentir aquel contacto. Él me dedicó una mirada rápida y sonrió triunfal.

-En serio lamento haberte asustado- Dijo con sinceridad.

-No te preocupes, fue algo tonto. De hecho creo que hoy descubrí que soy un tanto paranoica.- Dije riendo avergonzada recordando la llamada al 911. Él sonrió de manera burlona, esto me hizo sentir confundida.

-¿Puedo acompañarte a casa?-Preguntó cauteloso.

-Eh, sí. Por supuesto.-Dije dubitativa.

Caminamos de regreso a casa en silencio. Durante el camino no dijimos más que una u otra palabra. Aproveché para apagar el IPod, que estaba a punto de descargarse, al cual no le había prestado atención desde que apareció Elliot. Jugaba con mis dedos mientras le dedicaba rápidas miradas. Él era realmente apuesto.

-Y dime... ¿Qué quisiste decir esta tarde con eso de que eras algo nuevo y que habías estado toda tu vida aquí?- Aún saliendo de mi boca, sonaba absurdo.

Él se puso nervioso unos segundos y después mantuvo la postura.

-Hum, ¿Cómo explicarte?- Dijo casi en un susurro. Por un momento sospeché que la pregunta se la hacía a él mismo- Hace dos años me marché de aquí, regresé por un tiempo el año pasado, pero me fui nuevamente. Está vez espero quedarme.- Respondió, ahora sí seguro de él mismo.

-¿Cuántos años viviste aquí?- Pregunté con curiosidad.

-Toda mi vida- Respondió sin detenerse a tan solo pensarlo. Era la misma respuesta que me había dado en la tarde, y lo miré con la misma confusión de antes. No tenía caso que le pidiera una explicación. No por el momento.

-Esta bien- Dije rindiéndome. Al llegar a casa nos detuvimos en el porche.- ¿Te volveré a ver?- Pregunté, y después de esto, me pregunté a mi misma que ocurría conmigo. ¿Cuándo me volví tan atrevida? Pude ver la felicidad en su mirada.

-Así será. Sólo dime una cosa.-Dijo él.

-¿Qué?-Pregunté mientras lo miraba atenta.

-Esta vez... No me olvidaras ¿Cierto?- Preguntó con cautela y un poco de nostalgia.- ¿Me permitirás quedarme a tu lado?-Preguntó y espero paciente una respuesta.

Sin ni siquiera pensarlo acepte.

-Lo prometo Elliot- Dije regalándole la mejor de mis sonrisas.

Él se inclinó y me dio un frío y tierno beso en la mejilla. "Descansa" Susurró aún en ella. 

DesconocidoWhere stories live. Discover now