Capítulo XX: Enamorada

1.7K 232 36
                                    

-Me alegra que aceptaras venir hoy.- Dije una vez después de haber hecho un largo recorrido con Daniel. Los pies comenzaban a matarme.

-Y a mí me alegra que me hayas invitado- Dijo Daniel riendo con dulzura sin quitarme la vista de encima.

Sonreí con timidez y miré hacía el suelo mientras caminábamos.

De repente, Daniel tomó mi mano.

Sentí como enrojecí al instante y pude notar como él se ponía nervioso. Pero lo superamos. Segundos después nos sentíamos cómodos con nuestras manos entrelazadas.

-Oye, me gustaría que mañana fueras al partido. Será en la tarde.- Me dedicó una sonrisa y luego volvió a hablar.- Tienes que estar ahí. Quiero que estés ahí.- Dijo en un murmuro.

Coloqué un mechon de cabello con mi mano libre por detrás de mi oreja. Pude sentir el breve calor en mis mejillas.

No lo pensé tanto y acepte.

-Claro, después del trabajo voy a verte. Ahí estaré- Dije sonriendo de lado.

-Los goles que meta, te los dedicaré.-  Dijo estrechandome la mano.

Yo lo miré nerviosa. Conocía la mirada que Daniel me dirigía. Iba a soltar una bomba. De repente el aire se tornó tremendamente frío. Me estremecí.

-Hally...-  Empezó - Sabes que me gustas ¿Cierto?- Dijo deteniéndose frente a un pequeño parque.

Me mordi las mejillas y bajé la mirada.

-Me encantas Hally. Y no sabes lo mucho que te aprecio.- Dijo levantando mi mentón con un dedo.

-Daniel yo no se por qué haces esto. Podrías tener a cualquier chica, podrías estar con alguien como Pam tal vez, alguien mejor que yo.- Dije suspirando, decirlo dolía.

-No quiero a cualquier chica y no he conocido a alguien mejor que túp.- Dijo dando un paso adelante más cerca de mi.- Tú me gustas por qué eres diferente. Te ves hermosa hoy, pero para mi siempre lo eres. Con vestido o con Jeans, sigues siendo solo tú.

Hizo una breve pausa antes de continuar.

-Y el físico no lo es todo. Me gusta tu forma de ser, me encanta hablar y estar contigo. Tu no tratas de aparentar algo que no eres. Simplemente eres sólo tú.- Agregó acariciando suavemente mi mejilla.

Me mordí el labio hasta sentir que estaba haciéndome daño.

-Daniel yo...-  Iba a decirle la situación en la que me encontraba.

No era nada fácil descubrir que estabas enamorada de dos chicos. Y mucho menos aceptarlo.

Iba a decirle todo esto cuando Daniel me interrumpió.

-Lo siento.- Dijo y una fracción de segundos después tenía sus labios sobre los míos.

Me quedé helada por unos segundos, después me dejé llevar.

Cerré los ojos y saboree el sabor de sus dulces labios. Daniel bajó sus manos a mi cintura y me pegó con delicadeza a su cuerpo. Envolvi mis manos en su cabello. Me beso con ternura, con dulzura, con amor.

Fue un beso perfecto.

Agradecí en aquél momento que Elliot no me hubiera besado está tarde. Me sentiría terriblemente mal.

El frío nos abandono repentinamente y dejó pasó a una noche fresca.

Daniel se separó.

-Lo siento Hally, tenía que hacerlo.- Dijo colocando su frente sobre la mía.

-Yo no estoy segura de que decir o que hacer Daniel.- Susurré.

-No importa. Soy paciente, siempre lo he sido.- Dijo dándole un pequeño beso sobre mi nariz.

Por un momento las palabras de Daniel me hicieron sentir que lo conocía desde siempre. Por un breve momento sentí que Daniel siempre había estado ahí, para mí, en mi vida.

DesconocidoWhere stories live. Discover now