🌸La persona.🌸

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Existe una persona que tiene los ojos de chocolate. Preciosamente alineado, el collar de pestañas oscuras reposa en el contorno de su mirada. En la normalidad de la mayoría de momentos, sus párpados están relajados, y su mirada denota la falta de preocupación excesiva. Es un gesto sereno que cambia cuando bromea y se ríe con las personas de su alrededor, y cuando está enfocado en algún reto intelectual o físico, y se vuelve una mirada más abierta, llena de vida, con las cejas ligeramente levantadas y un puntito blanco en la parte superior de la córnea, que refleja la luz. A veces, me da la impresión de que sus ojos transmiten luz propia, que proviene del encanto de su interior.
Cuando ríe a carcajadas, tras esos ojos preciosos aparecen pliegues más bonitos aún.

Existe una persona que sonríe y enciende el mundo. Sus labios, siempre suaves y rosas, tienen también expresión propia. Cuando está concentrado, se entreabren. Cuando bromea, puede controlar a la perfección esa sonrisilla que a mí se me escaparía, pero cuando se ríe, automáticamente la plasma en mi cara. Probablemente, el sonido más bonito del mundo sea su voz. A veces, la preocupación que no se marca en su mirada sí se marca en ésta. Puede hablar en voz alta y transmitir su voz a toda una habitación llena de personas, pero también puede hablar muy bajito cuando estamos, los dos, en la cama, hablando de cualquier tema, haciendo volar al tiempo.

Existe una persona con el cuerpo más perfecto del mundo. Más allá de la forma, es perfecto porque es la pieza de puzzle que se corresponde a la mía. Los abrazos se vuelven la acción más hermosa del mundo, entrelazar las piernas es un hábito, las caricias terminan de tallar la perfección. En un baño de oxcitocina del que jamás nadie querría escapar, se encuentra el confort más cálido del mundo. Cuando, lo único que necesito es calor, su cuerpo me arropa con su calidez y me tranquiliza. Más allá de eso, me siento protegida y segura. Es imposible estar mal entre esos brazos. Es imposible que algo malo me pase cuando estoy con él.

Existe una persona admirable que me enorgullece y me hace sentir completa. Es inteligente, muchísimo, y trabaja duro por aprender cosas nuevas. No le importa preguntar las dudas que tenga, y busca los recursos que necesita siempre que lo necesita. Se frustra cuando no se siente productivo, pero eso es señal de que, a largo plazo, lo es, porque si no, ni siquiera sentiría frustración.
Busca el progreso, tiene metas, objetivos. Se organiza a su manera, aunque no sea muy planificado, pero resuelve sus problemas con facilidad y agilidad.
Se interesa por mí, por cómo estoy, por conocer las cosas que conforman mi persona, por saber los patrones que rigen mi comportamiento. Me ayuda cuando estoy mal y, cuando estoy bien, comparte mi felicidad.

Existe una persona con quien, juntos, formamos un equipo. No es una persona. Es la persona, es mi persona. Es un camino que se ha cruzado con el mío, y que espero que no se separe nunca. Nos complementamos en muchas cosas, en muchas otras nos entendemos. Aunque estemos en periodo de adaptación (es un proceso muy largo que implica conocernos, nuestro comportamiento, manías, gustos, y más fragmentos de nuestra esencia), creo que lo estamos haciendo bien.

La persona con quien me siento cómoda, segura, más adulta, mejor persona, feliz, está rozando la perfección con la yema de los dedos mientras que mantiene los pies en la tierra, y ni siquiera parece que lo haga a posta.
Quiero leer esto en un futuro lejano y poder sonreír a su lado.

~A. 070421

El Idioma Del Invierno ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora