[godly] |2|

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Estaba tan a gusto, se sentía entre un montón de nubes esponjosas, todo estaba tibio a su alrededor así que no tenía frío. Su almohada estaba perfectamente acomodada para que no estuviese incómodo. Era probablemente el mejor descanso que había tenido en mucho tiempo, hasta podía sentir una caricia en su cabello y oír leves tintineos de campana y un arpa creando sonidos preciosos.

Hacía tanto tiempo que no había podido dormir correctamente, con su trabajo y las horas que malgasta jugando videojuegos lo que hacia era dormir una siesta de dos horas. Pero empezó a despertar de a poco, muy lentamente distinguiendo el mundo real del de los sueños, donde había soñado con un hermoso chico de cabellos dorados.

Suspiró abriendo medianamente sus ojos, enfocando lo que veía casi todas las mañanas, la vista de Seúl desde su gran ventana donde afortunadamente el sol no resplandecía con insistencia, solo había una tenue claridad naranja. Debían ser las 8 o 9 de la mañana.

—Mhm...—se estiró aún de lado, desperezándose.

—Eres muy tierno al despertar, alfa.—JungKook rió suavemente.

—Gracias...—susurró con una sonrisa pequeña, le gustaba cuando le decían que era bonito, se sentía especial y muy querido. Aunque normalmente nadie estaba con él al despertar, ¿cierto? Su ceño se frunció primero, pensando que aquella oración se la había imaginado, hasta que sintió una mano recorrer sus negros cabellos. Su corazón se aceleró y en menos de nada estaba tirado en el suelo gritando por su vida. Aquel chillido había provocado que algunas palomas se espantaran en la torre Namsan.

Había levantado sus manos en el aire declarando sin palabras su inocencia y disposición a colaborar con lo que sea que aquella persona fuera a hacer con sus preciadas pertenencias.

»—Llévate lo que quieras, pero no mi PlayStation, me costó un riñón, es más, si quieres llévate mi riñón pero no la consola.—lloró como un bebé, juntando sus manos para suplicar, frotándolas entre sí.

—¿Por qué sigue creyendo que deseo tomar posesión de sus objetos, Jimin?—cuestionó curioso al ángel guardián, quien permanecía solemnemente de pie a su lado. Él también estaba confundido, pero al estar tantos años en la Tierra podía encontrar una respuesta lógica.

—Los seres humanos son estúpidos, Señor, me temo que no hay remedio.—se excusó. El omega ladeó la cabeza, formando con sus labios una mueca comprensiva.

—Eso puedo observar.—respondió con lástima.—Por favor, comunícale que estoy aquí por su compañía, no por sus riñones ni ningún otro órgano.

—Jeon JungKook-ssi.—le llamó el ángel desde su lugar, casi con asco de acercarse.

—¿Sí-Sí? Díganme que quieren de mí y se los daré, pero váyanse, se los ruego.—entre lágrimas veía a un chico, que no estaba encapuchado ni con un pasamontañas, tampoco usaba ropas negras, mas bien iba de blanco. —O-Oigan, les recomiendo no usar ropa blanca si van a robar y tapense la cara, cualquiera los puede denunciar. Un momento, ¿como saben mi nombre?

—JungKook-ssi, mi Señor no ha venido a robar...—«este idiota sobrepasa los límites de la estupidez» pensó Jimin un poco aburrido de la situación, desde el día de ayer venia con el pensamiento de que lo iban a robar.—Él solo está aquí para disfrutar de su compañía, así que puede dejar de sacar su efectivo de su billetera, no se preocupe.

—¿Qué? ¿Quiere que me prostituya?, ay, no puede ser...

—¡Señor Jeon!—exclamó frustrado, deteniendo los penosos sollozos del alfa, quien se cohibió en su lugar.—¡No..! No se refiere a ese tipo de compañía, quiere de su atención, su tiempo para ser mas específico.

Lovey-Dovey 💕 KookTaeWhere stories live. Discover now