Lovey-Dovey 💕 KookTae

[touchy, baby]

Era el día previo al celo del alfa y a este le gustaba recibir caricias y especial atención de su omega.

Pero su omega no llegaba del trabajo y lo estaba exasperando al punto de gruñir su nombre para que lo sintiera por medio del lazo.

—Bebé, por favor deja de llamarme, mientras menos me distraigas más rápido llegaré a casa y mi jefe no se enojará más de lo que está.—respondió TaeHyung al otro lado de la línea, apurado.

—¿No puedes simplemente decir que tu alfa entró en celo y ya? TaeTae realmente te necesito.—explicó con urgencia, mientras hacía un puchero.

—Cielo, sabes que no sé mentir. Solo espera una hora y ya, prometo que en una hora y media estoy en casa, solo si no me sigues interrumpiendo, ¿okay?—resolvió.

—Bueno...—accedió derrotado y colgó. Se sentó en la cama y miró aburrido el canal de comida deliciosa que justo ahora le estaba provocando hambre.—Maldita sea.—masculló.

Trató de ocupar su mente con otras cosas y al final terminó tomando la tablet de dibujo gráfico para terminar el dibujo que dejó a medias el día anterior.

Era un dibujo de su adorable y bello omega con una corona de flores en su cabeza. Solo necesitaba pintarlo y ya, pero no era tan fácil siendo tan perfeccionista.

Luego de darse por vencido sobre el color de piel de TaeHyung, Jungkook se dirigió a la cocina a servirse una merecida copa de helado de brownie y dulce de leche.

Era un mimado, no podía decir lo contrario, era el consentido de su novio y ya lo había aceptado. Cuando él quería cariñitos, su novio se los daba, cuando quería comer algo delicioso, su omega se lo preparaba, cuando quería cualquier cosa se le era concedida, porque su pareja lo amaba tanto que no le importaba complacerlo. Así como a Jungkook tampoco le importa hacer lo mismo para TaeHyung.

Esperó mucho tiempo, sentado en el sofá de la sala esta vez con el televisor encendido y viendo Spider-Man: de regreso a casa, hasta que recibió (¡Por fin!) un mensaje de Tae diciendo que pronto prontito estaría en casa y ya no tendría que sufrir estar sin él.

Fue hasta la cocina y revisó con cuidado las pequeñas tarjetas de comida a domicilio y se preguntó qué le gustaría de comer a su bebé. Se decidió por jjangjangmyeon, hoy también complacería a su omega.

Pidió la comida y le dijeron que estaría en su puerta en quince minutos. Vaya locura, la comida estaría en casa antes que su novio, menuda porquería iba a ser si los fideos se hinchaban. Tal vez debería pasarse por la oficina del jefe de TaeHyung a hablar sobre cómo trata a sus empleados.

Gruñó otra vez fuertemente a través del lazo.

TaeHyung rodó los ojos con diversión en la tienda de conveniencia, Jungkook era un impaciente. Tomó dos paquetes de algas secas, seis de ramen buldak picante, una bolsa de shrimp crackers, un four pack de leche de banana para Jungkook, uno para él pero de fresa, un six pack de cerveza, una caja de peperos de varios sabores, una caja de chocopie y unos paquetes de palomitas para microondas de mantequilla y de caramelo.

Se acercó a la fila para pagar todas las cosas, habían 3 personas delante de él y no podía esperar para que pasarán rápido porque sus pies dolían por estar desde las 9:30 a.m en el trabajo hasta casi la misma hora en la que entró en la oficina, quería dejar ese trabajo pero no podía, la situación era así. Obvio, Jungkook trabajaba también, pero no era lo mismo, él por ser menor por lo mismo le pagaban menos injustamente. Así es la vida y hay que ajustarse a las condiciones de ella, tampoco excusaba el trato que le daba su jefe, era acoso lo que sufría día a día y se la agarraba con TaeHyung porque era uno de los pocos omegas en el edificio y el único en el piso de edición. A él no le importaba que estuviera marcado, le hacía hasta recoger las cosas que "accidentalmente" se le caían al suelo para verle el trasero al rubio.