Lovey-Dovey 💕 KookTae

[honey-bunny]

Lo observó bien, le encantaría de cerca, pero es una lástima que estuviese acompañado. Cómo le gustaría escribirle en una nota lo suave que se veía su mirada o lo hechizante que eran sus mejillas;—¡diablos, JungKook así no era, idiota, al revés!— la manera tan linda de sus expresiones, o tal vez, lo delicadas que él notaba sus manos al hacer esas tiernas señas, también, oh, Dios, esa voz que tiene, sí. Aunque muchos obstáculos se interponían en su camino, y eso que su cobardía no estaba metida en el paquete porque estaba consciente de que cuando llegara el momento estaría tan agradecido que ni se acordaría de lo penoso de su situación al menos por algunos minutos. Un acosador, no tan acosador. El lindo castaño sabía que él lo miraba pues a pesar de que uno de sus sentidos fallaba no era ciego, incluso hasta se saludaron una vez, fue después de aquel día en el que le dijo o mejor dicho, mandó a decirle por medio de su "traductor" que le parecía la criatura mas hermosa del planeta y no estuvo satisfecho hasta que lo vio sonrojarse.

—Uhm, buenas tardes.—acercándose hasta estar frente a Park Jimin quien lo miró de reojo volteando sin darle importancia para luego abrir los dos ojos como si fueran perlas grandes y zarandear a Tae para que viera quien estaba a su lado.

—Agh, Jimin-ah, ¿por qué tu...?—la pregunta se quedó en el aire al ver al protagonista de sus sueños justo a un lado de su mesa, vestido con el uniforme de su colegio y por ambos surcó el pensamiento de lo lindos que se veían con el mismo puesto. Sus ojos se abrieron igual de cómicos que los de Jimin e inmediatamente bajó la mirada, rascando su nuca nervioso liberando sus deliciosas feromonas.

JungKook inhaló sin percatarse el agradable aroma con las rodillas débiles por lo atrayente del mismo. Los tres chicos quedaron en un silencio incómodo que solo era complementado por el barullo de la gente en las contiguas mesas y por el ruido de las cafeteras en aquella alegre cafetería. Jimin carraspeó de forma torpe.

—A-Ah, eh, hola, JungKook... digo, perdona, ¿cual es tu nombre?—olvidó el detalle de que supuestamente no sabía su nombre ya que "nunca" se habían visto ni pertenecían a la misma sección. Tae leyó el nombre de los labios de su compañero y entró mas en pánico.

JungKook frunció el ceño y miró extrañado a su contemporáneo.

—Me llamo Jeon JungKook, pero ya sabias mi nombre, ¿no?

—¡No, por supuesto que no! Es que mi primo se llama JungKook también y me equivoqué porque me acaba de llamar justo, él... Él vive en Incheon y tiene dos hijas y un perro que se llama-—sintió como TaeHyung posaba su pie sobre la punta de los suyos presionando para que se callara.—Bueno, este... No importa ¿a qué viniste, Jeon Jung...?—dejó la palabra al aire haciéndose el que se le había olvidado el nombre.

El pelinegro levantó ambas cejas, insinuando la pobre actuación de desentendido que trataba de interpretar Jimin, como alguna burla o eso sintió Jimin quien estaba a punto de vomitar de los nervios, sintiendo que lo atacaban ambos chicos por su verbosidad tonta.

—...Kook. Uh, yo quiero... que le digas algo de mi parte a... a tu amigo.—giró su torso en dirección a TaeHyung, mordiendo el interior de su labio inferior imperceptible por la pena.

Jimin enloqueció unos segundos, hasta que recuperó su autocontrol y le comunicó el deseo del chico al moreno delante de él.

"—El modelo te quiere decir algo."

"—¿A mí?"

"—Sí, ¿a quien mas?"

"—Pregúntale que qué es, por favor."—volvió a bajar la mirada sintiéndose desarreglado y mal vestido de repente, quiso meter su cabeza en un hoyo y no salir, que pena.