XVI. Collègue

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Es un poco más tarde de lo habitual. Con la luz rojiza del atardecer filtrándose por la ventana, busca dentro de su maletín las llaves del departamento y dentro, el teléfono comienza a sonar.

―Ya voy, ya voy ―dice para sí mismo abriendo la puerta apresurado y torpemente avanza, en la oscuridad del departamento hasta la luz parpadeante del teléfono.

― ¿Hola? ―dice al poner el aparato cerca de su oreja.

―Hola, Ray ¿Cómo has estado? Hoy se te hizo tarde ¿No? ―comentó la voz de la anciana mujer del otro lado de la línea.

―Bien mamá, es solo que hoy comencé un nuevo proyecto y tengo mucho que revisar.

―Oh ya veo ―murmuró la mujer, Raymond nunca hablaba mucho de su trabajo ―te dejé la cena preparada en el refrigerador, me da gusto escuchar tu voz, descansa.

―Buenas noches.

Raymond Hamm, calentó su cena y mientras comía en la soledad de su pequeño departamento, repasó detalles de su entrevista con ese extraño ser que había sido contenido por la Fundación.

††††

La voz del doctor Hamm se escucha a través del altavoz.

―049 el día de hoy realizaremos algunas pruebas médicas para entender mejor su... Naturaleza.

Es la primera vez que trabaja con una anomalía pensante y el doctor Hamm elige sus palabras cuidadosamente al comunicarse con él.

El hombre con la máscara de cuervo asiente, mientras observa la habitación. Un pequeño cuarto iluminado por luz blanca, las paredes blancas y un enorme aparato parecido a una cápsula, zumba en medio de la habitación.

―049, recuéstese sobre la camilla frente a usted.

Sus manos y cuello habían sido liberados del equipo de restricción y ágilmente se acomodó sobre la camilla, según las indicaciones.

―Este aparato es un equipo de resonancia magnética, nos permitirá ver tejidos y órganos internos con detalle. Escuchará un ruido constante, mantenga la calma y no se mueva. No sentirá ningún dolor.

Fueron las indicaciones del doctor Hamm antes que la camilla lentamente fuera introducida en la cámara de resonancia.

Durante la sesión 049 cooperó tal cual se le indicó, manteniéndose quieto y en silencio, pero en el tercer descanso soltó al aire.

―Criptobiología. Entiendo la etimología de la palabra ¿Pero exactamente cuál es el enfoque de su especialidad?

Tanto el técnico como el doctor Hamm se quedaron en silencio observándose el uno al otro. Si bien en su anterior entrevista Hamm se sintió inquieto, no podía negar que 049 era cortés e inteligente y al fin se decidió a contestar.

―No es muy diferente a la biología común. Investigo la anatomía y fisiología de entidades anómalas y sus interacciones con otras especies y el medio ambiente. Aunque en la mayoría de los casos solo tengo un espécimen disponible y tienden a ser difíciles de controlar.

El doctor Hamm rio nervioso. Al decir aquello no parecía nada especial. Pero al decirlo frente a uno de sus colegas en la universidad, todos se burlaban de él.

―Ya veo ―respondió 049 y no dijo nada más y los análisis continuaron.

††††

El doctor Hamm estaba sorprendido por los resultados. SCP-049 era un varón adulto normal, había evidencia de fractura en algunos huesos, incluyendo el que de forma anómala nacía de sus sienes y se convertía en la máscara que cubría su rostro. Pero más allá de eso y que el cuero que crecía sobre su piel, por dentro no era más que otro ser humano.

Contigo Hasta El FinalWhere stories live. Discover now