Capitulo 5. La princesa.

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La luz del sol ingresó lentamente por la ventana colándose por la cortina y avanzado conforme las horas pasaban hasta tocar los delicados y hermosos rasgos del albino que soñante se hallaba en su cama, sus ojos comenzaron a abrirse con al toquido de los rayos del la celeste estrella de la tierra que anunciaba el día.

Sus púrpuras pupilas se dejaron ver al abrir los ojos, se enderezó y talló con delicadeza sus párpados para correr al sueño que aún era su dueño, se quitó las  sábanas blancas y se puso de pie, para acto seguido salir de la habitación y toparse con su nuevo amigo y jefe, Aiacos, que dada la hora se encontraba tomando un té.

- Buenos días, Lune - saludó el juez mientras dejaba su taza de en la mesa-

- Buenos días, Aiacos - se sentó frente a él-

- Hoy regresamos al inframundo, se qué tal vez no te sientas de buen humor aún, pero te voy a pedir que te arregles para volver. La señora Pandora a anunciado que hoy  tendremos audiencia con su majestad el señor Hades, a convocado a todos los espectros, incluso los que están en misiones de espionaje.

- Eso es extraño.

- Ni que lo digas, pero órdenes son órdenes.

- Tienes razón - se sirvió té-  a que se debe la audiencia ¿No sabes?

- Se supone que hoy conocemos a la supuesta hermana del señor.

- Oh si, recuerdo ese asunto ... Pero ¿No se supone que la conoceríamos hace tres meses?

- Si, pero la señora Pandora dijo que en señor le había comunicado que su hermana estaba muy cansada y debía reposar.

- Curiosa condición para un dios - cuestión en tono sarcástico-

- Los dioses también se cansan, Lune.

- Supongo que si - bebió del té- pasó tanto tiempo que había olvidado el asunto de la señorita.

- ... - Aiacos no contesto más, pues por  un momento se perdió en sus pensamientos-

- ¿Aiacos? - alzó una ceja extrañado-

- ¿Mn? - le dirigió su mirada que hasta ese segundo estaba perdida-

- ¿En que piensa?

- En lo que has dicho ¿Porque la señorita pospondría la audiencia tres meses?

- No lo sé, los dioses son extraños - bebió de su té-

- Tienes razón - sopló moviendo con el aire su fleco- Como sea, arréglate para irnos.

- Si - bajo la taza-

- Minos estará ahí - le dirijo la mirada para ver su reacción-

- ... - Apretó un poco la taza- Lo sé.

- No te preocupes, estarás a mi lado. Como mi  mano derecha estarás a mi lado, te quiero muy bien informado de todo lo que ocurre en el inframundo.

- Entiendo - dejó la taza en la mesa y se puso de pie- Es mejor que me aliste.

- Mn - asintió -

Sacrificio Where stories live. Discover now