Capitulo 22 Desde hace mas de un año. Parte VII

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Nunca, desde que comenzó con su hábito de ir al santuario y bajar las casa restantes desde Capricornio hasta las afueras, su camino se había hecho así de tormentoso. Las palabras de Afrodita retumban en su cabeza, como las campañas de una catedral al amanecer.

No solo había puesto en duda su inteligencia, cosa que lo irritaba sobre manera, y que, en lugar de darle la posibilidad de reflexión, lo molestaba y activaba su instinto egosentrico de auto protección.

Repasaba el diálogo una y otra vez, en esa maravillosa memoria suya, que no permitía el olvido, por más mínimo que este detalle fuera.

Quizás por eso mismo era tan difícil poner en duda sus decisiones pues estaban basadas en el recuerdo, mismos que él deseaba olvidar, por la noche maldecía su memoria idéntica entre sollozos y lágrimas. Recordaba los desplantes y cada palabra que Minos emitió para lastimarlo.

Entendía que Minos podía mentir para volver con él, entendía que podía embarrar a Afrodita en dicha situación, que le prometiera y pase directo a los elíseos una vez que deja el mundo mortal, lo que no lograban entender era el porque, pero viniendo de ellos dos, ya nada le sorprendía. Sin embargo ¿Porque meter a su princesa?

Entre el camino negaba con la cabeza, sea cual sea la razón -que considero ridícula- prefería amántense lejos de ella antes de caer, en lo que creyó eran mentiras, después de todo, se lo había prometido así mismo. Y no hizo más que darse pequeños golpes en la esquina de su frente para callar su razonamiento..

"Algo aquí no cuadra"

En dicho camino, intento escuchar esas voz y dale el beneficio de la duda, se dio la vuelta y dio unos pasos de vuelta a Capricornio, pero justo cuando estaba por subir otra vez las escaleras, la voz de Minos regresó a su memoria.'

- No le mentiré mi señor, es exactamente lo que parece. No tengo intenciones en ocultarle nada, ni en mentirle con absurdas palabras que de todas formas, usted y yo sabríamos que serían una vil mentira. Es cierto mi señor, me he enamorado perdidamente él, el ateniense de piscis. Pero mi lealtad hacia su majestad, no ha cambiado ni un poco.

- ¿Y la lealtad hacia tu esposo? ¿A cambiando?

- Si

- ... ¿Estas consciente de lo que dices? ¿Es que acaso, no escuchas lo que dices?

- Me escuchó perfectamente mi señor, comprendo cada palabra que digo y también comprendo lo que siento por él y lo que ya no siento por mi ... ex - teniente,  Lune. (...)

Remembrando aquello, decidió echar en saco roto todo lo que el ateniense le había dicho. Se limitó a negar con la cabeza y  una vez pasado los 12 santuarios, abrió el portal directo al infierno. Mietras era observado por la princesa del inframundo desde la lejanía, quien la había seguido cuál sombra desde que llegó al santuario  y hasta ahora que iba de regreso a sus dominios.

***

- Hey hey, inframundo llamando a Lune, Estrella celeste de la existencia, conteste - Aiacos intentaba sacar a lune de sus ensoñaciones impropias en horas laborales-

- ¿Que quieres Aiacos? - contestó con tono molesto como omitiendo que estaba perdió en el pasado. Habían pasado un par de días desde que Afrodita hablara con Lune, haciendo que estuviera distraído todo ese tiempo- ¿No te dije que descasarás tu brazo? Vete, yo me puedo hacer cargo solo - cambio molesto la hoja de libro-

Sacrificio Nơi câu chuyện tồn tại. Hãy khám phá bây giờ