Capítulo 8

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Corrí escaleras arriba, aunque no llegue muy lejos, cuando la persona me cogió al aire en las escaleras alzándome hacía arriba, intente quitármelo de encima incluso le mordí escuchando una queja de su parte.

-¡Serás fiera! Detente – me relaje al instante al escuchar su voz.

-Soy yo Harry tranquila – cuando me lo confirmo le aparte bruscamente a tal punto que casi se cae por las escaleras cuando se tambaleo, pero controlo el equilibrio.

Aunque no se viese mucho le mire con furia, por haberme asustado de esa manera y sobre todo por haber entrado a mi casa sin saber cómo cojones entro.

Baje unos escalones echándose el hacía atrás.

-¡ERES GILIPOLLAS O QUE COJONES TE PASA! - le grité una vez que volví a pisar el suelo.

-Lo siento ¿vale? No quería asustarte – me contesto sobándose la mano donde le mordí.

-Entras en mi casa que a saber cómo a oscuras y con una capucha, ¡Y PRETENDES QUE NO ME ASUSTE! - le volví a gritar sin poder contenerlo.

-Está bien relájate, soy yo Harry – escuche sus pasos para después la luz del pasillo encenderse.

Me dejo ver su rostro cuando se quitó la capucha dejando a la vista un nuevo corte en el labio recientemente y otro golpe en la mejilla tornándose a morado.

-¿¡QUE TE PASO!? - comencé a asustarme.

Me acerque a él tocando su mejilla, soltó un quejido para apartar mi mano.

-No puedo contártelo – me observo.

-¿Qué? ¿Vienes a mi casa así y no me lo puedes contar? - mi cabreo aumentaba por momentos.

Me miro haciendo una mueca de molestia, se pasó la mano por el pelo para luego volver a mirarme.

-Una pelea, ¿Contenta? - le analice, no me le creía sabía que había algo más, solo me dijo eso para que me callara.

-¿Te crees que soy idiota? - le espete.

-Está bien, es un asunto que no te puedo contar por ahora – cruce mis brazos sin dejar de mirarle molesta.

-¿Cuándo dejaras de meterte en líos? - si su padre le viese le mataría.

-Nunca, y más si tú te juntas con Ethan – rodé los ojos dándole la espalda.

-¿Dónde vas? - soltó cuando vio que subía las escaleras de nuevo.

-A por el botiquín – le grite ya arriba.

Cuando lo cogí baje de nuevo encontrándomelo quitándose la camisa que tenía un gran hematoma en las costillas.

-¿Cómo te hicieron eso? - le dije cuando se sentó en el sofá.

Pase mis dedos por él, el apretó la mandíbula gruñendo.

-Perdón - le dije mirándole a los ojos.

No era la primera vez que Harry aparecía en mi casa para que le curase porque si llegaba a su casa su padre le mataba, por eso se tiraba días sin aparecer por casa hasta que no le desaparecieran los golpes más fuertes.

-Con un palo de hierro – contesto el, le mire horrorizada, él lo dijo tan tranquilo.

Le pudieron romper las costillas y él me contesta como si fuera la cosa más normal del mundo o no importase.

Saqué lo necesario para curarle las heridas, tenía rozaduras cerca de un tatuaje que tenía en el torso, en todo momento que le estuve curando con mucha delicadeza notaba su mirada sobre cada movimiento que hacía.

Mi Perdición II Parte De Un Nuevo ComienzoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora