Mi Perdición II Parte De Un Nuevo Comienzo

Capítulo 33

Después de ducharme me cambie de ropa para después salir e ir a una floristería más cercana.

Cuando entre una anciana me recibió con una gran sonrisa.

- ¿Qué desea? - me pregunta rodeando el mostrador para colocarse a mi lado.

- Quiero un ramo de flores - la digo devolviéndola la sonrisa.

- ¿Es para tu novia? - me pregunta acercándose donde tenía todo tipo de flores de diferentes colores.

- Ojalá pero no - suelto una carcajada.

- ¿Amigos? - me vuelve a preguntar.

- Si algo así - contestó ella asiente antes de volver a mirar a las flores cogiendo unas rosas rojas.

- ¿Puedo saber el significado de las rosas rojas? - la pregunto cuando ella se acerca al mostrador haciendo el ramo.

- Si claro, las rosas rojas son el símbolo del amor, los amantes, la pasión, el fuego también al igual que también simbolizan la admiración y él respeto - la mujer me escanea hasta mirarme otra vez a los ojos, es muy buen significado sin duda.

- Me las llevó entonces - ella asiente rodeando un lazo alrededor de las rosas.

- ¿Quieres dedicarle algunas palabras? Tenemos cartitas con dedicatorias - niego prefería escribirle yo algo a mi manera.

Nunca lo he hecho y por primera vez que hago una cosa así quiero hacerlo a mi modo.

- No gracias lo haré yo - ella asiente sacando un folio de color y un boli.

Lo acepto para después quedarme mirando al folio pensando en que escribirla.

Pensé en lo que estaba pasando me gustaría haberme quedado con ella hasta que despertara, tampoco me gustaría que pensara que no me lo estoy tomando enserio y que la trato como si fuera una más porque no era así.

Comienzo a escribir de un tirón todo lo que pienso en ese momento, cuando término levanto mi mirada encontrándome con la de la anciana.

- Listo - la digo devolviéndola el boli.

- Aquí tiene espero que la guste y sea en un futuro su novia - no puedo evitar aumentar mi sonrisa, ojalá.

- Muchas gracias - la pregunto por el precio. - Quedase con lo que sobra - la digo cuando la doy los billetes.

Salgo de la tienda directo a la casa de Sofía, con cuidado me cuelo en su habitación sin que las flores se estropeasen ni sus padres me pillasen.

Ella sigue dormida ya que ayer la traje demasiado tarde.

Lo dejo sobre su mesa para acercarme hasta su cama donde ella duerme profundamente como un ángel.

La dejó un beso en su frente me quedo quieto cuando ella se remueve pero no abre sus ojos, paso mi mano por su pelo apartándoselo despacio.

- Espero que te guste mi pequeño regalo lo siento por no estar contigo como me gustaría estar en estos momentos, eres mi luz - la dejó un beso en sus labios para levantarme y salir de nuevo por su ventana.

Siempre con el cuidado de que nadie me pille ni me vea.

Vuelvo a casa no sin antes llamar a Cameron para ver como van las cosas.

Todo por ahora va bien pero no puedo bajar la guardia porque en cualquier momento todo se puede ir al traste.

Aprovechó de que estoy en casa para estar con mi madre ayudarla en lo que necesita y pasar tiempo con ella, mi padre llega aunque al principio se sorprende de verme no dice nada hablamos de otros temas sin despegar yo a veces la vista de mi móvil.