| "No sabe a donde pertenece, ella quiere ir a casa pero no hay nadie ahí. Está rota por dentro sin un lugar a donde ir para secar sus lágrimas" |
Historia ambientada a partir de Capitán América y el Soldado del Invierno
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"Sé que no eres lo mejor para mi, te hice caer de rodillas. No es tu culpa que yo arruine todo y no es tu culpa que no pueda ser lo que necesitas. Cariño, los ángeles como tú no pueden volar conmigo al infierno"
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Eleanor se recargó en la mesa vacía con dificultad mientras escuchaba la explicación de Sam sobre la búsqueda de Karli, la chica había huido y lo único que habían logrado era capturar a algunos de sus seguidores
— Se fue y ya no aparecerá en un buen rato — dijo Sam quien se vio interrumpido por su compañero al que llamaba Torres
La castaña levantó la mirada y se sintió expuesta al notar los penetrantes ojos azules de Bucky sobre ella, carraspeó levemente y se acomodó en su lugar fingiendo revisar una de sus vendas, logró ver a Barnes caminar hacia la salida y se negó a darle un vistazo
— ¿Vas a encargarte de Zemo? — le preguntó Sam y Bucky asintió antes de irse con una expresión de seriedad total
Eleanor soltó un suspiro recordando la escena que habían pasado minutos atrás, estuvieron a punto de besarse pero ella se apartó de último momento, lo único que podía pensar era: ¿acaso no era lo que Bucky quería? Él le había insistido que no era buena idea rememorar sus tiempos de noviazgo pero justo cuando estuvieron a centímetros del otro, Barnes parecía arrepentido de sus palabras. ¿Que tenía que hacer para poder entender al soldado?
Sam discutía con su amigo sobre el destino del caso de Karli y lo buena que era para ocultarse de todos, no tenían otra opción más que esperar, no podían hacer nada por el momento y al parecer era un regalo divino que después de tantos días por fin pudieran descansar como se debía
— Ell — la llamó Sam sacándola de sus pensamientos, la chica lo miró y después escudriñó el lugar como si el tiempo para ella se hubiera desvanecido al notar que de nueva cuenta se quedaban a solas — ¿Vas a quedarte aquí?
