| "No sabe a donde pertenece, ella quiere ir a casa pero no hay nadie ahí. Está rota por dentro sin un lugar a donde ir para secar sus lágrimas" |
Historia ambientada a partir de Capitán América y el Soldado del Invierno
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"Cuento todos mis errores y solo hay uno que se distingue de entre todas las cosas que he hecho. Todo el resto de mis crímenes ni se acercan a tu mirada el día que te dejé marchar. Ahora, busco en todos los sitios solitarios, en cada esquina te llamo por tu nombre, intentando encontrarte, pero simplemente, no sé a dónde van los corazones rotos." ▂▂▂▂▂▂▂▂▂▂▂▂▂▂▂▂▂
Eleanor había estado ausente por una semana entera y Steve comenzaba a preocuparse, intentó buscarla por distintos bares pero no podía encontrarla en ningún lado
— Sé que te preocupa, Rogers — le comentó Tony — Pero no puedes andar detrás de Eleanor todo el tiempo, tal vez solo necesita tiempo a solas, todos lo necesitamos en cierto momento
Steve se relamió los labios quitando la mirada de su amigo — Lo sé, pero me preocupa, sé que algo no anda bien con ella
— Entonces ella sabrá resolverlo
— ¿Y si no lo hace?
— Steve — lo llamó Natasha — Eleanor no va a dejar que ninguno de nosotros se acerque, no queda otra opción
— Pero si hablo con ella tal vez cambie de opinión — contestó el rubio
— ¿Cuántas veces te ha funcionado eso? — preguntó Sam y Steve respondió con su silencio
Natasha miró a Wanda haciéndole un gesto con la cabeza — Wanda te lo dirá, ella conoce mejor a las personas
Steve miró a la Sokoviana y ella carraspeó levemente — No he tenido la oportunidad de hablar con ella por mucho tiempo pero pude notar que es egoísta con sus sentimientos, quiere guardarlos para ella
Steve asintió lentamente — Bien, ya entendí. Tengo que dejarla y darle su espacio. Pero si sigue desaparecida más tiempo iremos a buscarla, podría estar en peligro
Stark palmeó su espalda y se sentó juntó a el — ¿Hay noticias de Rumlow? — cambió de tema sabiendo que Eleanor estaba bien, a veces la chica podía ser muy predecible y Tony lo sabía
— Aún no, todas las pistas que hemos tenido de él no son correctas — contestó Sam
— Pronto lo encontraremos, solo necesitamos que cometan una pequeño error y sabremos donde está — dijo Natasha
(...)
Bucky abrió la puerta del pequeño cuarto donde estaba durmiendo, había regresado a Bucarest después de dejar a Eleanor y le pesaba recordarlo. El soldado dejó la bolsa con fruta en la mesa y se recostó en la cama para mirar la foto que le había tomado a Eleanor con esa antigua cámara que había encontrado entre sus cosas, le gustaba mucho esa foto, la castaña cerraba un ojo y mostraba la lengua con una sonrisa divertida en el rostro, Bucky sonrió al recordarla hacer esa pose y después suspiró dejando la fotografía a un lado
Tenía que admitir que extrañaba a su chica, la echaba muchísimo de menos, cada noche pensaba en ella queriendo estar a su lado para abrazarla pero las cosas no habían salido bien entre ellos, suponía que ya lo había visto venir, eran igual de conflictivos y solitarios que era casi imposible creer que estaban enamorados
Pero a pesar de lo que ocurrió, Bucky aún la amaba y temía que siempre fuera así, no era algo bueno andar por la vida con el corazón roto, tal vez en algún momento de su vida olvidaría a Eleanor, esperaba que si, solamente así podría seguir con su vida o al menos eso pensaba hasta que se arrepentía y se prometía a sí mismo no olvidar aquellos ojos café y esa sonrisa retadora de su exnovia
El soldado se pasó las manos por la cara para quitarse esos pensamientos de encima y se sentó en la cama mirando hacia la pequeña ventana que había cubierto con papel periódico, después de unos minutos buscó el teléfono que Eleanor le había regalado para mantenerse comunicados mientras ella salía en sus misiones, lo encendió y revisó el buzón de voz, tal vez la chica había dejado algún mensaje para decirle que ella también lo extrañaba tanto como él lo hacía
Bucky hizo una mueca al escuchar que no tenía ningún mensaje de voz y después pensó en llamarla, ¿debía hacerlo? O ¿era algo tonto?
Se mordió el labio sintiéndose nervioso por decidir, ¿qué tal si ella ya no lo recordaba?. Bucky se levantó y caminó por el pequeño espacio entre su cama y la cocina con el móvil en las manos, su mente se estaba diviendo en dos: llamaba a Eleanor o no lo hacía
¿Qué tal si ella no te extraña? Pensó el soldado. ¿Y si también te extraña y arreglan todo? Volvió a escuchar una voz en su cabeza
Bucky suspiró y marcó el número de Eleanor, le temblaban un poco las manos y no podía dejar de moverse en su lugar, jamás le había ocurrido algo así pero bueno, con Eleanor había experimentado muchas cosas por primera vez
Mientras tanto, Eleanor estaba con la cabeza fuera de su auto que se encontraba estacionado en un viejo cinema, estaba tan ebria que ni siquiera notó que su teléfono vibraba en el asiento del copiloto, estaba más entretenida en recoger su cabello mientras sucumbía a su reflejo del vomito después de ingerir tanto alcohol
Bucky escuchó la voz de la castaña pidiendo que dejara un mensaje en su buzón pero el chico terminó la llamada sintiéndose ridículo y avergonzado, se convenció de que nunca más la llamaría, tal vez Eleanor no quería saber nada de él nunca más
