| "No sabe a donde pertenece, ella quiere ir a casa pero no hay nadie ahí. Está rota por dentro sin un lugar a donde ir para secar sus lágrimas" |
Historia ambientada a partir de Capitán América y el Soldado del Invierno
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
"Tengo demasiado en mi mente pero no tengo tiempo suficiente, mi cabeza está sobrecargada, las lágrimas caen de mis ojos. No quiero llorar, solo quiero morir derrotada por la sensación de mis demonios comiéndome viva" ▂▂▂▂▂▂▂▂▂▂▂▂▂▂▂▂▂
Steve atendió la llamada por parte de Tony, el súper soldado saltó de su asiento en cuanto el multimillonario le dio aviso sobre el accidente de auto que Eleanor había tenido
Llegó en cuanto antes al hospital, en la sala de espera se encontró a Sam y Natasha — ¿Cómo está? — preguntó Steve temiendo por la respuesta de sus amigos
Natasha suspiró y miró cortamente a Sam antes de tocar el brazo de Steve — Está en quirófano, tiene varias costillas rotas, contusiones, traumatismo...
— Estará bien, Steve — interrumpió Sam al notar la cara de su amigo al escuchar el diagnóstico
El rubio suspiró y tomó asiento colocando sus manos entrelazadas debajo de su mentón —Fue culpa suya ¿verdad?
Sam asintió — Estaba muy ebria y no notó el semáforo en rojo
— ¿Y el otro auto? — preguntó Steve y Natasha se sentó junto a él
— Es un hombre de treinta años, está bien, solo tiene la nariz rota
— ¿Los gastos?
— Está todo pagado — respondió Black Widow — Tony lo arregló y lo convenció de no presentar cargos
Steve asintió y se sentó correctamente — No puedo creer que esto esté pasando ¿hasta cuando entenderá? — murmuró refiriéndose a la castaña
Sam apretó levemente su hombro — Tranquilo, Steve. Buscaré ayuda
— ¿Y si no la acepta?
— Tendrá que hacerlo — respondió Natasha con una sonrisa de confianza en el rostro — Nos encargaremos de eso
(...)
Eleanor despertó al día siguiente, la operación se había alargado más de lo previsto y la castaña abrió los ojos hasta que el alcohol en su sistema desapareció casi por completo, quiso moverse pero el collarín y el dolor en sus costados no le favorecían en lo absoluto