| "No sabe a donde pertenece, ella quiere ir a casa pero no hay nadie ahí. Está rota por dentro sin un lugar a donde ir para secar sus lágrimas" |
Historia ambientada a partir de Capitán América y el Soldado del Invierno
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"Incluso cuando la noche cambie, nunca nos cambiará a ti y a mi" ▂▂▂▂▂▂▂▂▂▂▂▂▂▂▂▂▂
Eleanor conducía con calma por la carretera de Nueva York, la música en la radio dulcificaba el ambiente y Bucky permanecía en el asiento del copiloto con los ojos cerrados detrás de sus gafas de sol, el sol del atardecer chocaba contra el parabrisas y les daba una cálida despedida después de un largo de día. El teléfono de Eleanor comenzó a sonar y Bucky se apresuró a responder la llamada de Sam
— ¿Que ocurre?
— Es Karli — respondió su amigo — Al parecer quiere evitar la votación del CRG
— Bien, vamos para allá — le dijo Bucky terminado la llamada
— ¿Que pasa con el hombre que querías hablar? — preguntó Eleanor y Bucky negó
— Será después, tenemos que ayudar a Sam
(...)
— ¿Cuál es el plan? — preguntó Bucky mientras se acercaban a la zona restringida del lugar
— Karli debe estar cerca, mantengan los ojos abiertos
— Cualquiera podría ser uno de ellos — replicó Eleanor pasando la barrera que los militares formaban alrededor del edificio
Bucky caminaba a su lado y cuando llegaron a la última línea de protección, los soldados les abrieron paso con un ligero movimiento de cabeza — Sargento Barnes — saludó uno de ellos
Eleanor levantó ambas cejas al oír el sobrenombre de Bucky y él hizo un gesto de extrañes que le pareció tierno a la castaña
— Por cierto — los llamó Sam — Solicité más refuerzos
— Disculpen — los llamó un hombre a sus espaldas — ¿Tienen permiso para entrar?
Barnes miro a Eleanor y ambos abrieron la boca dispuestos a responder pero Sharon Carter se adelantó para quitarse las herramientas de camuflaje del rostro — Soy yo
— Sharon ¿Qué haces aquí?
— Pensé que no podías entrar al país — le dijo Eleanor escudriñando el rostro de la rubia
— Relájense, este sería el último lugar donde me buscarían
— Gracias por venir, Sharon — los interrumpió Sam — Arriesgas mucho por estar aquí
— No te preocupes
Eleanor se relamió los labios sin quitarle la mirada de encima a Sharon y aunque no tenía ninguna razón para desconfiar en ella, parecía tan fácil para la rubia entrar al país del que supuestamente estaba vetada sin que la descubrieran
