Reflection | Bucky Barnes

LXIII

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"Entonces si las puertas del cielo no se abrirán para mí, al menos sé que hay otro lugar al que puedo ir.
Gracias a Dios por hacer un infierno, gracias por hacer un lugar lleno de fuego y mentirosos codiciosos donde soy como todos los demás. Gracias a dios por el infierno"

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Eleanor estaba en el mismo lugar que días atrás, cuando se había celebrado la coronación de T'Challa y ahora se encontraban ahí por la misma razón con la única diferencia de que el ambiente se notaba más tenso y con la presencia de Erik Stevens, todo empeoraba

— Nunca vencerá a T'Challa — dijo Eleanor para tranquilizar a Shuri

El mismo proceso que la castaña había presenciado dio comienzo y se movió en su lugar con nerviosismo

— Toda mi vida estuve esperando este momento — dijo Erik mientas se quitaba la camiseta dejando ver su cuerpo lleno de marcas

El duelo comenzó, todos estaban en la expectativa de ver ganar a su rey y la pelea se estaba intensificando a tal punto que la madre del actual rey comenzó a llorar, Eleanor soltó una maldición en voz baja al ver a T'Challa con una daga clavada en el abdomen, Erik aprovechó la debilidad del hombre y comenzó a golpearlo sin piedad

T'Challa estuvo a punto de morir pero el hombre que controlaba el duelo lo detuvo, diciéndole que el había ocasionado la muerte del padre de Erik y que se ofrecía a morir, Killmonger le tomó la palabra y lo asesinó sin titubeos

— ¡No! — gritó T'Challa arrastrándose por el agua hasta el cuerpo del hombre

— ¡¿Este es su rey?! — exclamó Erik mientras golpeaba a T'Challa

Eleanor tomó el brazo de Shuri y aguantó la impotencia en su ser cuando Erik cargó a T'Challa como costal de papas y lo lanzó por el acantilado

— ¡Yo soy su nuevo rey! — gritó Killmonger

Nakia tomó a Shuri y su madre del brazo para llevárselas, Eleanor negó cuando le propusieron ir, no podía irse dejando a Ross ahí, además, estaba segura de que Erik las encontraría y era mejor quedarse ahí para supervisarlo de cerca; cuando la coronación terminó, Okoye y las Dora Milaj escoltaron a la castaña de regreso al palacio donde la general pudo darle un fuerte abrazo a Eleanor

Nakia llegó con ellas, las tomó de las manos y las obligó a caminar — Tenemos que alcanzar a la reina y a la princesa, ellas están a salvo

Okoye y Eleanor se detuvieron al mismo tiempo, quedándose una al lado de la otra — No puedo, tengo que servir al rey — dijo Okoye

— No puedes hacerlo, ese hombre llegó hace unas horas

— Tiene sangre real — continuó Okoye

— Tenemos que derrocarlo — habló Nakia entre lágrimas — Ustedes son las mujeres más fuertes que conozco, ayúdenme

Okoye la reprimió diciéndole que esas no eran las tradiciones — No soy una espía, yo debo ser leal al trono sin importar quien lo ocupe. Tienes que ser leal a tu nación

— No — respondió Nakia — Yo quiero defender a mi nación

Eleanor intervino poniéndose entre ambas — Vamos, Nakia, te acompaño afuera

— ¿Tú también te quedarás?

— Si voy con ustedes estarán en mayor riesgo, soy una americana, tengo que quedarme aquí y esperar que hacen conmigo

Nakia asintió con enojo y quitó la mano de Eleanor con fuerza antes de salir del lugar con la castaña detrás de ella

— Hey — Eleanor la detuvo — Okoye tiene razón, ella no es una espía

Nakia rodó los ojos y miró a Eleanor con enfado — Pero yo si — prosiguió la castaña

— ¿Eso que quiere decir? — preguntó la morena con esperanza en los ojos

— Me quedaré, trataré de derrocar a Erik poco a poco, créeme, soy buena en eso

Nakia sonrió y abrazó a Nicte por unos segundos — Debo irme

— Claro, cuida a Shuri y a su madre y lleva a Ross contigo — le dijo Eleanor y Nakia asintió saliendo del reino

(...)

Eleanor estuvo en su habitación hasta que Erik llegó para darle una visita

— Todos dicen que debería echarte de aquí — le dijo acercándose a ella — Pero yo creo que puedes ser útil

Eleanor le sonrió sin gracia y se encogió de hombros — Tú eres el rey ahora

Killmonger sacó una pequeña daga de su bolsillo y jugó con ella poniendo a Eleanor en alerta — Sé quien eres, conozco tu pasado y me di cuenta de algo

— ¿Ah, si? ¿Qué cosa?

Erik acorraló a la castaña en la pared y le sonrió mientras le acomodaba un mechón de cabello — Que tú y yo somos iguales

Eleanor levantó ambas cejas — No lo somos

— Soy un asesino, tú también lo eres — la señaló — Y no siempre tomaste el camino correcto ¿no es así? Trabajaste para una organización que no es tan buena, yo también lo hice; y yo estuve en la guerra, tú estuviste con los vengadores que es prácticamente lo mismo

Eleanor guardó silencio por unos segundos — Ni por un segundo creas que somos iguales, tú eres un loco obsesionado con sus problemas familiares

Erik colocó la daga en el cuello de Eleanor con rapidez y apretó un poco — A pesar de que no eres nativa de esta nación, estás hospedada aquí, también soy tu rey, yo puedo asesinarte si quiero

— ¿Y por qué no lo haces? — lo retó la chica

— Porque tú vas a ayudarme a vender el vibranium a los americanos, serás la encargada de mantener relación con narcotraficantes de armas y sé muy bien que conoces a muchos

— ¿Y si no lo hago?

— Entonces tu cuerpo regresará al complejo de los vengadores en bolsas negras, tal y como traje a Klow

Eleanor tragó saliva y puso cara de dolor al sentir el ardor en su garganta, sonrió internamente porque al final todo le estaba saliendo conforme al plan, tenía que aceptar la propuesta, se había encomendado derrocar el reino de Erik desde adentro y con esa proposición podía hacerlo sin problemas