Reflection | Bucky Barnes

LXXVII

▂▂▂▂▂▂▂▂▂▂▂▂▂▂▂▂▂

"La vida misma me rompe el corazón y me hace sentir como si esa luz dentro de mi se hubiera quemado, para que me vaya a dormir mientras ese ruidoso sonido golpea mis oídos y venzo a uno de mis más antiguos miedos.
Me convertí en un fantasma en mi propio departamento"
▂▂▂▂▂▂▂▂▂▂▂▂▂▂▂▂▂

Eleanor escuchó la risa de Bucky resonar en sus oídos, abrió los ojos y se encontró a sí misma en su antiguo departamento, miró a los lados y no terminaba de entender por qué estaba ahí, sabía que ella estaba en Rusia, recordaba haberse quedado dormida en su cálida cama, pero a pesar de que todo parecía extraño, había un sentimiento que la hacía sentirse bien, como si toda la tristeza que sentía hubiera desaparecido en cuanto escuchó la risa del soldado

Eleanor salió de la cocina con la esperanza de volver a escucharla, pero lo que encontró fue mucho mejor, vio a Bucky dándole la espalda mientras el pelinegro intentaba acomodar un estante a su lado — ¿Bucky?

El nombrado se giró para verla, le sonrió como si fuera la primera vez que la veía y la castaña no dudó en correr a sus brazos, podía sentir el calor de su pecho y oler el perfume en su ropa — Escúchame, Ell — el soldado buscó la mirada de su novia — Tengo algo que decirte

Eleanor asintió limpiándose las lágrimas de felicidad — ¿Que ocurre?

Pero antes de que Bucky pudiera responderle, todo a su alrededor comenzó a desvanecerse, como si estuvieran hechos de nubes y un fuerte viento los esparciera por todos lados, Eleanor volvió a sentir el miedo en su interior, de nueva cuenta Bucky desaparecía frente a ella sin que pudiera hacer algo al respecto, comenzó a gritar su nombre tratando de revertir lo ocurrido, pero todo fue en vano.

Eleanor despertó de golpe sintiendo su corazón latir con demasiada fuerza que podía sentir el ritmo cardíaco en sus oídos, se sentó en la cama quitándose las sábanas de encima, estaba empapada en sudor y apenas podía respirar, quizo aguantar la frustración pero su garganta no soltaba más que sollozos, intentó resistirse pero al final terminó soltando todas las lágrimas que había estado conteniendo, la noche era silenciosa y lo único que podía escuchar era su llanto aciago retumbar en su habitación

(...)

Cuando su teléfono le aviso que tenía un nuevo trabajo, la chica pudo salir de sus pensamientos, sostenía la taza de café en las manos y supo que había estado ahí durante mucho tiempo pues la temperatura del líquido había disminuido notoriamente, soltó un profundo suspiro y dejó el recipiente sobre la barra para tomar su móvil y revisar la información sobre su próxima víctima

El sueño que había tenido la había afectado muchísimo, se levantó con unas inmensas ganas de llorar a Bucky en silencio así que mantenía una foto del soldado junto a ella, la deslizó hasta que la tuvo frente a ella y acarició el rostro del desaparecido, volvió a recordar todos los planes que tenían juntos, ambos creían que el retiro estaba a la vuelta de la esquina, tenían el lugar indicado para pasar el resto de sus días pero gracias a Thanos, ellos nunca volverían a pisar tierras islandesas, al menos Eleanor no pensaba regresar a ese país, no sin Bucky

Que complicada es la vida ¿no es cierto? Justo cuando ellos creyeron que tenían todo resuelto, cuando por fin tuvieron todo planeado, cuando estuvieron tan entusiasmados con la idea de vivir juntos en Islandia y que estaban seguros de hacia donde iban, las cosas cambiaron, el viento sopló hacia otro lado y las direcciones se revertieron bruscamente dejándolos perdidos, en especial a Eleanor. La chica se sentía sin rumbo, había perdido la dirección y no encontraba ninguna forma de hallarla y después del sueño que tuvo, las cosas empeoraron aún más.

(...)

Eleanor llevaba diez minutos esperando en la cafetería donde acordó una charla con su futuro cliente, aún se sentía alejada de la realidad, como si hubiera algo que la jalara a sus recuerdos y ella no pudiera notarlo, solo hasta que el nudo en su garganta le impedía respirar con normalidad

— Hola, perdón por la tardanza, hay mucho tráfico — le dijo una mujer de aproximadamente 45 años que se sentó frente a ella

— No importa, vamos al grano — dijo ella recargando los brazos en la mesa — ¿Que es lo que necesitas?

La mujer rubia sacó una foto de su bolso de marca y la hizo llegar a Eleanor — Necesito que lo mates

Eleanor tomó la foto y la escudriñó con rapidez — ¿Puedo saber por qué?

— ¿Por qué te interesa?

— No me gusta matar inocentes — mintió Eleanor, en realidad sospechaba que había algo más dentro y quería saberlo

— Es un socio de la empresa de mi marido — respondió la rubia — Está desviando el dinero para dárselo a grupos delictivos con los que trabaja y si lo descubren todos saldremos afectados

Eleanor asintió y tomó un sorbo de su café — ¿Sabe algo sobre el grupo delictivo?

— No mucho, solo sé qué hacen todo tipo de negocios, ya sabes, drogas, trata de blancas...

— Bien

— Si aceptas este trabajo tienes que tener mucho cuidado, es algo muy peligroso meterse con ese tipo de personas

Eleanor hizo un gesto de desinterés y guardó la foto en su bolsillo — Siempre tengo cuidado

— Sé que eres una experta, pero enfrentarte a esto tú sola podría ser lo último que hagas

— No soy la chica que usted cree que soy — le dijo Eleanor tratando de mantener su sonrisa

— No estoy dudando de ti, solamente...

— Pensé que quería contratarme, no hacerme dudar — respondió Eleanor de mala gana, le molestaba que personas desconocidas dudaran de sus capacidades

— Lo lamento — se disculpó la mujer — Otra cosa, también quiero que me traigas toda la información sobre ese grupo, cuentas bancarias, involucrados, etcétera

— ¿Que hará con esa información?

La mujer se encogió de hombros y sonrió de lado — Es asunto mío, podría servir de algo

Eleanor levantó ambas cejas y curvó los labios hacia abajo — Okey, le llamaré cuando esté hecho

— La información que necesitas te fue enviada esta mañana

Eleanor se puso de pie y colocó algunos rublos en la mesa para pagar su consumo, le sonrió a la mujer y salió del lugar colocándose la bufanda y metiendo las manos en sus bolsillos.