Reflection | Bucky Barnes

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"Si alguna vez sigues adelante sin mi, necesito asegurarme que sepas que eres la única a la que voy a amar.
Tengo que decírtelo, si no eres tú, no es nadie"

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Sam tomó a Karli en sus brazos y emprendió vuelo hacia la parte superior donde había varias ambulancias y patrullas, Eleanor se mantuvo detrás y tocaron el suelo al mismo tiempo, el moreno caminó hasta los paramédicos y dejó a la pelirroja sobre una camilla, Bucky se acercó a Eleanor de inmediato y verificó que estuviera bien, la castaña tomó su mano y recargó su mentón en el hombro del soldado mientras veía a los reporteros acercarse a Wilson

— ¿Cuándo te nombraron Capitán América?

— ¿Sigues siendo Falcon?

Sam ignoró las preguntas y fue directo a las personas que había salvado, ellos le dieron las gracias y comenzaron a discutir sobre la problemática que había iniciado todos los actos de los Flag-Smashers sin darse cuenta de que una cámara estaba grabándolos

— Nadie dijo que serían decisiones fáciles, senador — opinó Sam

— No lo entiendes

— Soy un hombre negro que está portando las estrellas y las barras — contestó Wilson — ¿Qué es lo que no estoy entendiendo? Cada vez que levante este escudo, sé que seguramente muchísimas personas van a odiarme por eso, incluso ahora en este momento, siento las miradas juzgándome y no puedo cambiar eso, sin embargo aquí estoy, sin un súper suero, sin cabello rubio y ojos azules

Eleanor giró levemente la cabeza para ver a Bucky y ambos sonrieron levemente al escuchar la descripción del que alguna vez fue su mejor amigo y que ahora entendían, debían dejarlo ir.

— El único poder que tengo es creer que podemos hacer las cosas mejor — continuó Sam — Tienen que esforzarse mas

El moreno terminó con sus palabras y regresó con sus amigos, Eleanor y Bucky sonrieron con orgullo y aunque era difícil de creer, ambos estiraron los brazos hacia él para darle un corto abrazo

— Buen trabajo, Cap — le dijo Eleanor con una sonrisa

— Gracias — respondió Sam

(...)

Bucky pululó en su lugar cuando estuvieron fuera de la habitación del señor Nakajima, estaba nervioso y se notaba el miedo en sus ojos, Eleanor se puso frente a él y lo tomó de los hombros para llamar su atención

— Bucky, tienes que hacerlo — le dijo ella — Tiene que saber la verdad y tú tienes que quitarte ese peso de encima

— Si, tienes razón — murmuró el soldado y por fin llamó a la puerta

El anciano abrió segundos después y sonrió al verlos ahí, se hizo a un lado para dejarlos entrar y Eleanor se quedó de pie junto a la puerta mientras Bucky tomaba asiento frente a Nakajima

— ¿Qué estás haciendo aquí, amigo? — preguntó el hombre y Bucky se quedó con la mirada fija en el altar que el anciano mantenía para su hijo fallecido

— Yo... — titubeo Barnes — Tengo algo que confesar, sobre tu hijo

El hombre se inclinó hacia adelante con interés mientras Bucky retiraba el guante de su mano izquierda dejando ver el metal

— A él lo mataron — dijo Bucky quedamente

— ¿Qué?

— Fue el soldado del invierno — respondió Bucky tragando saliva y Eleanor bajó la mirada sin querer ver la pena en los ojos del soldado — Yo era ese hombre

— ¿Por qué? — preguntó Nakajima

— Nunca tuve elección — respondió Bucky con la voz entrecortada

El hombre se quedó en silencio por varios minutos y Bucky se mantenía con la mirada gacha y los hombros encorvados, Eleanor quería que Barnes dejara de sentir la culpa y el dolor que tantos años había cargado pero sabía que eso tomaría mucho tiempo y lo sabía porque ella se sentía identificada con él, siempre lo había dicho, era como si ambos fueran el reflejo del otro.

Bucky se puso de pie y murmuró una última disculpa antes de salir del pequeño departamento con Eleanor detrás, la castaña se mantuvo en silencio hasta que salieron del edificio, detuvo a Barnes y lo abrazó con fuerza mientras acariciaba su espalda con cariño, el soldado siempre se había sentido cómodo con ella así que no se molestó en ocultar sus lágrimas, se aferró a su cintura y dejó que Eleanor sosegara su tristeza por unos minutos más.

Cuando Bucky por fin pudo tranquilizar su llanto, se separó de Eleanor y la chica le limpió el rostro con una leve sonrisa — ¿Estás mejor?

— Lo estoy — respondió Bucky con sinceridad

— Bien, entonces vámonos de aquí

Bucky no preguntó nada y simplemente siguió a su chica hasta su auto, subieron al vehículo y la castaña condujo hasta una pequeña casa en las orillas de Nueva York, se bajó del auto y los dos entraron al lugar; había una sala que lucía muy grande gracias a la falta de muebles y que aumentaba el espacio, las paredes desteñidas le daban un toque añoso y al fondo habían dos habitaciones pequeñas junto a una cocina del mismo tamaño con una barra de cerámica de color negro, las ventanas a los lados le daban mayor claridad al lugar y disimulaba la falta de mantenimiento — ¿Por qué estamos aquí?

— Es mi nueva casa — respondió Eleanor extendiendo los brazos — No es muy bonita pero con unos cuantos muebles y pintura nueva, se verá mejor

— Es linda — respondió Bucky mirando cada pared de la casa

— Puedes quedarte si quieres — murmuró ella

— ¿Qué?

— Me refiero a que puedes vivir aquí, si lo deseas

— Tengo un departamento, Ell — dijo Bucky pasando una mano por su nuca y Eleanor sabia perfectamente hacia donde iba — Puedo quedarme solo

— No tiene que ser así, Bucky — comentó ella acercándose a él y tomando sus dos manos — Sé lo que piensas, crees que estás mejor solo y que es lo que mereces pero no es así

— ¿Cómo lo sabes?

— Porque te conozco y sé que eres una buena persona, ya no eres el Soldado del Invierno, ahora eres James Buchanan Barnes — contestó Ell — Siempre lo has sido

Bucky bajó la mirada y después de unos segundos soltó una ligera sonrisa, siempre que sentía que estaba a punto de caer en un agujero, Eleanor aparecía para sostenerlo — Me quedaré

Eleanor soltó un sonido de emoción y abrazó a Bucky mientras él reía — Es perfecto porque estamos a 10 minutos de la casa de Sam, ya sabes, por si necesita algo

— Suena bien

— Y porque curiosamente tendrá una fiesta mañana, así que estamos cerca

— Lo tenías todo planeado ¿no es así? — preguntó Bucky con diversión

— Ya me conoces