Reflection | Bucky Barnes

LXXVIII

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"Estoy en una cabina de teléfono intentando llamar a casa, todo mi cambio lo he gastado en ti, ¿a dónde han ido todos esos momentos?
Esta todo mal ¿dónde están los planes que hicimos para los dos?
Sí, sé que es difícil recordar las personas que solíamos ser, es incluso más difícil hacerse a la idea que tú no estás aquí a mi lado"
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Eleanor despertó de golpe después de tener el mismo sueño de días atrás, llevaba una semana soñando con Bucky, siempre era la misma rutina, veía a Bucky en su antiguo departamento y después el soldado desaparecía frente a ella, justo como había sucedido en Wakanda

La chica se sentó en la cama en plena madrugada, estaba comenzando a odiar su habitación y temía dormirse y soñar con esos ojos azules que tanto extrañaba, se puso de rodillas junto a su cama y estiró su brazo para tantear el suelo hasta que encontró la caja donde guardaba las pertenencias de Bucky, retiró la tapa y tomó la gorra del soldado, se la llevó al pecho y la estrujó entre sus brazos recordando los inicios de su relación, lo mucho que le había costado convencer a Bucky de quedarse con ella y los problemas que había causado con eso, si tan solo pudiera retroceder el tiempo

Eleanor comenzó a llorar con una enorme tristeza, deseó que Bucky pudiera estar ahí, que todo fuera un mal sueño y que cuando despertara, el soldado estuviera ahí para consolarla y decirle que todo estaría bien, pero lamentable eso no pasaría, Bucky nunca volvería a ella

Gran parte del día había estado en la sala, ensimismada en su portátil y en la botella de alcohol a su lado, su cabeza ya empezaba a dar vueltas y el mareo también estaba llegando, se levantó cuando notó que su botella estaba vacía y tomó la gorra de Bucky para colocársela antes de salir de casa y dirigirse al bar más cercano, cuando llegó lo primero que hizo fue pedir el recipiente entero de tequila, sin importarle la mirada sorprendida del barman, se quedó ahí por las siguientes dos horas hasta que las náuseas la obligaron a marcharse al sanitario

Cuando terminó de sacar el alcohol en su sistema, o al menos un poco de él, Eleanor se mojó la cara y se miró en el espejo, apenas lograba ver su reflejo, estaba tan ebria que ni siquiera sabía donde se encontraba, por un momento se perdió de la realidad, tomó su teléfono y marcó el número de Bucky, se recargó en el lavabo para no perder el equilibrio y se acomodó el cabello esperando a que su novio respondiera su llamada, pero eso jamás ocurrió

Eleanor lo intentó dos veces más, hasta que al final recurrió a Steve, el rubio le contestó de inmediato, pensando que se trataba de alguna emergencia — ¿Ell? ¿Qué ocurre?

— ¿Bucky está contigo? — preguntó Eleanor atropelladamente — ¿Puedes decirle que me atienda las llamadas?

La castaña se apartó el teléfono del rostro para verificar que Steve aún estuviera en la línea, el primer vengador se había quedado en silencio por varios minutos y a pesar de ello, Eleanor aún no caía en cuenta de lo que hacía

— Steve — insistió ella — ¿Estas ahí?

— Estas ebria, Eleanor — le respondió Steve con seriedad — Ve a dormir

— No puedo dormir — murmuró Eleanor cerrando los ojos y se balanceó en su lugar — No he podido dormir durante mucho tiempo porque....

— Porque.... — le preguntó Steve y ella abrió los ojos sintiendo un nudo en la garganta, la verdad la sorprendió como un golpe en la boca del estómago, de repente recordó todo, lo que había pasado meses atrás y la razón por la que estaba tan ebria

— Perdona, Rogers — Eleanor trató de hablar a pesar de que su lengua se atoraba en el intento — No sé lo que digo, estoy un poco cansada, es solo eso

— ¿Es solo eso? — le preguntó Steve con una pizca de enfado, era su mejor amiga, sabía que estaba bebiendo hasta por las orejas — ¿O estás tan ebria que no recuerdas lo que le pasó a Bucky?

Eleanor se enjuagó las lágrimas en el lavabo y tomó un poco de papel higiénico para limpiarse el rostro — Lo recuerdo, Steve. No tienes idea de cuánto, cada noche lo recuerdo, cada vez que abro los ojos la imagen de Bucky vuelve a desvanecerse frente a mi

— Eleanor...— trató de decir Steve pero la castaña terminó la llamada sin avisarle, el rubio pensó que tal vez su amiga se había enfadado pero en realidad la chica había colgado para que Steve no escuchara su llanto

Eleanor tomó un enorme respiro antes de salir del sanitario, regresó a la barra y siguió con lo suyo, terminar con todo el alcohol del bar

(...)

Eleanor abrió los ojos cuando sintió un fuerte dolor de cabeza, se quiso mover pero su cuerpo no respondía como ella deseaba, se llevó las manos a la cara y se pasmó al sentir el catéter de oxígeno en sus fosas nasales, ladeó la cabeza para buscar a alguien cercano pero no encontró más que una habitación vacía

La castaña se tapó los ojos, la luz le molestaba y se sentía demasiado mareada, como si su cama diera vueltas rápidamente y ella no pudiera hacer nada, ni siquiera ponerse de pie

— Por fin despertaste — le dijo la enfermera

— ¿Que estoy haciendo aquí?

— Llegaste con sobredosis de alcohol — le respondió la chica — Entraste en un coma etílico

Eleanor abrió la boca sorprendida, jamás le había ocurrido algo como eso, pero suponía que después de olvidar todo lo que había pasado la noche anterior, era algo de esperarse

— Ahora entiendo por qué no recuerdo nada de lo qué pasó anoche

— ¿Anoche? – la enfermera rio — Llevas aquí una semana

Eleanor se sentó en la cama después de soltar una maldición — Mierda. Mierda

— Oye tranquila — la chica se acercó a ella para obligarla a permanecer en su cama — Apenas desperraste, el alcohol aún no sale completamente de tu sistema, y creo que tardará un poco más, jamás había visto tantos niveles de alcohol en una persona

— Gracias, es un don — respondió Eleanor pero la chica se quedó confundida pues no se trataba de ningún cumplido

— No puedes irte, no puedes andar por la calle así

— Si puedo — Eleanor se puso de pie y buscó su ropa, se retiró la bata y la enfermera se quedó mirándola con los ojos bien abiertos — Pero para prevenir, ¿que debería hacer?

— Ah — la chica tartamudeó mientras veía a Eleanor colocarse las prendas — Hidratarte, tal vez, no beber más alcohol

— Okey — Eleanor se quedó unos minutos quieta para calmar la jaqueca, le agradeció a la enfermera y salió del hospital dirigiéndose directamente a su casa

Cuando llegó, preparó un café para poder despertar, abrió su laptop y justo como lo pensó, tenía varios mensajes de su más reciente clienta, reclamando el retraso de sus servicios, Eleanor envió una disculpa y en cuanto pudo encontró la ubicación exacta del hombre que buscaba, sabía que el empresario vivía no muy lejos de su casa, iba a ser difícil entrar a una residencia como esa, pero Eleanor conocía sus capacidades, sabía que podría hacerlo, solo entraría, lo asesinaría y se marcharía para por fin poder descansar un momento