Possessive Brothers ღ NoRenMin

05

Había un silencio sepulcral en el auto de los Jung. Ambos castaños miraban al frente, el mayor movía su pie izquierdo, pensando en qué hacer ahora, y a su lado el menor se mantenía indiferente. 

Jaehyun había tenido que pagar una fianza para que dejaran libre a Jeno, y cuando observó a su hijo las heridas en su rostro se veían aún peores, ya que había sangre seca en su labio, nariz y sien, sin hablar de todos los moretones que tenía al rededor. 

Lo llevó al auto después de haber arreglado todo en la comisaría sin intercambiar palabra, y ahí han permanecido desde hace unos diez minutos. 

— Pap-

— ¡¿Cómo se te ocurrió, Jeno?! — gritó el más alto — ¡¿Sabes lo que pudiste ocasionar?! ¡Casi matas a alguien! — el menor se encogió de hombros con algo de miedo. 

Su padre no solía gritarle, de hecho nunca le había levantado la voz de esa forma, ni si quiera la vez que llegó a casa pasada la media noche completamente borracho luego de ir a una fiesta "cien por ciento libre de alcohol". 

Culpen a Jackson y a sus fiestas cristianas. 

Amén. 

— ¡Ya no tienes putos cinco años, Jeno! — siguió, tal vez un poco más enojado — ¡Debes entender lo que está bien y lo que está mal!, ¡Esto fue el colmo de mi paciencia, ¡¿Qué te ha-...?! 

— ¡Golpeó a Injun! — Jaehyun se quedó estático al escuchar la voz quebrada de su hijo, se notaba que le costaba emitir palabra. 

— ¿Qué?

Jeno no lo miró, se mantuvo con la mirada gacha y los puños apretados. — ¡Lo golpeó papá! ¿No has visto su mejilla? — el mayor negó con la cabeza y Jeno por fin hizo contacto visual con el mayor, haciendo que su padre notase las lágrimas bajando por sus mejillas — ¡Claro que no! ¡Tú nunca estás cuando te necesitamos, ¡Sólo vienes cuando cometemos un error! — Jaehyun miró al frente, no pudiendo sostenerle la mirada a su hijo — ¡¿Cómo esperas que no quiera matar a ese chico?! ¡Él golpeó a mi hermano! ¡Él y Jaemin son lo único que amo en éste mundo y los únicos que estuvieron cuando tú faltaste! — Jeno agachó la cabeza aún soltando lágrimas — Él... Él se merecía más, merecía morir.

Jaehyun contempló el llanto de su hijo y su lobo se movió incómodo en su interior. Había algo más en las palabras del menor, un sentimiento oculto en aquellas simples frases. 

Jeno sorbió su nariz y observó a su padre. Éste había encendido el auto y ahora iban de camino a lo que supuso era su hogar. 

— Jeno... — le llamó todavía con la mirada en el camino — Lo siento, por todo...

El menor suspiró y negó con la cabeza. — No mientas, tú no sientes nada — Jaehyun apretó los labios y Jeno alzó la mirada con una expresión indiferente — Sólo quiero que entiendas, que si debo hacerlo... — hizo una pausa ─ Soy capaz de matar a alguien por proteger a Injun y a Jaemin, porque ellos son mi manada, y un lobo nunca abandona a su manada.