Porque la luna tiene planes bastante alocados, planes que no a muchos les gustan, pero que son correctos.
¿Y quién dijo que no se podía entre hermanos?
⋅ ୧ Inicio : 15/O4/21
⋅ ୧ Final : O2/O5/21
⋅ ୧ Adaptación autorizada
⋅ ୧ Original de @Moony_Moons...
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Injun veía encantado al chico pelinegro acariciar su abultado vientre. Irradiaba felicidad.
El chico era sumamente hermoso. cabello negro, ojos miel muy claros, nariz pequeña y labios un tanto abultados. De hecho, se parecía mucho a la reina que aparecía en su último sueño, pero él estaba embarazado y era hombre.
Su subconsciente claramente arruinó el momento.
El pelinegro, ésta vez, no cabía duda de que era humano, y eso junto a su embarazo le daba a entender a Injun que el padre del bebé era, o bien un vampiro, o un lobo, ya que estos eran lo únicos que podían embarazar a humanos hombres, según la explicación que le dieron en clase de biología y a la que si le puso atención. Irónico que la clase más asquerosa de su séptimo grado me ayudase ahora.
— Auch... — el chico se quejó muy levemente, y a Injun no le dio tiempo de procesar la queja del otro cuando un hombre de cabellos castaños apareció nervioso frente a él.
— Amor ¿Estás bien? ¿El cachorro ya viene? ¿Llamo a la ambulancia? ¿Es que acaso algo te ha molestado? Debo inspeccionar mejor la ca- — la risa del pelinegro hizo callar al castaño, que inmediatamente agachó la cabeza con las mejillas totalmente rojas — ¿Exageré de nuevo?
— Sip... — palmeó el lugar a su lado y el otro se sentó justo ahí. El de cabellos negros besó como pudo a su esposo — Amo que te preocupes, eres muy lindo amor.
— Tú eres lindo — ambos se miraron, felices y enamorados.
Injun sonrió, sonrisa que fue borrada al instante en el que el dulce escenario cambió a uno sombrío y triste.
— J-Jihyun... — escuchó los sollozos y se acercó. El cuerpo ensangrentado del pelinegro de antes le hizo abrir los ojos con terror para luego girar a ver donde el lobo de antes se desangraba lentamente hasta la muerte. Caminó un poco más cerca y se arrodilló a su lado. Aun al borde del final, el hombre parecía sólo poder mirar a su esposo y pedirle perdón por algo que no era su culpa — Lo lamento, amor, n-no los protegí, he f-fallado... Perdón...
Injun sintió sus propias lágrimas salir cuando el castaño dejó salir su último aliento y, de repente, todo volvió a ser oscuridad.
Despertó agitado, con las piernas algo temblorosas, caminó entre la oscuridad hasta el cuarto de sus hermanos, tocó la puerta y esperó pacientemente una respuesta.
— Pase — entró con rastros de lágrimas en sus ojos, alertando a sus hermanos de que algo había pasado.
Jeno fue el primero en correr hacia él — Innie, cariño ¿Estás bien? ¿Ocurrió algo? ¿Una pesadilla? — Jaemin analizó al menor en busca de alguna herida mientras el castaño le hacía las preguntas, ambos preocupados.
Lo que alertó más a Injun y lo hizo llorar aún peor, fue el hecho de que ellos dos se parecían a los últimos dos hombres de su sueño.
