Possessive Brothers ღ NoRenMin

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Giselle estaba al borde del colapso. Se encontraba física y psicológicamente agotada, pero estaba enojada al nivel suficiente como para mantenerse de pie frente a su mejor amigo y explicarle su absurda situación.

— ¡¿Puedes creer que el desgraciado urgara en mis cosas?! — gritó exaltada — ¡Vaya hijo d-! — se obligó a sí misma a no seguir, pues Injun la recostó en la cama y la cubrió con una sábana — ¿Ésta es tu forma de decir que no quieres seguir escuchando mis dramas? — hizo un puchero con notorio cansancio.

Injun había sacado a Jeno de la casa específicamente para ir a escuchar la pequeña historia de su amiga, porque el chisme siempre va primero, obvio, pero justo ahora que la veía, se notaba que realmente necesitaba un pequeño descanso y nada más, o bueno, tal vez también un consejo amoroso.

— Eres genial Giselle — el humano besó la frente ajena con una sonrisa — Y mereces un chico genial — ella rodó los ojos — Liu no es malo a pesar de todo y lo sabes, sólo que no sabe cómo expresarse de la manera correcta — Giselle frunció el ceño y negó mientras Injun reía de nuevo — ¿Ahora qué?

— Me estás haciendo considerar volver con él, y eso no va a pasar — Injun se encogió de hombros — En serio, además creo que prefiero ser la sugar mommy de alguien a tener un sugar daddy, eso va más contigo — hizo una pequeña pausa y volvió a hablar con la burla impregnada en esa recién formada sonrisa — Y de hecho, tienes dos.

Las mejillas del menor se encendieron mientras reía nerviosamente, para luego cerrar las ventanas y cortinas y apagar las luces. Giselle se acomodó y para sorpresa del menor, no pasó ni un segundo cuando ésta ya estaba dormida.

Salió del cuarto de su amiga y fue al de su hermano, encontrándose con los cinco chicos ahí dentro hablando de cualquier tontería. El primero en acercarse fue Jisung con un puchero.

— Si habían avanzado algo, hoy retrocedieron de nuevo Sunggie — el mencionado chilló frustrado y se tiró a su cama, emitiendo pequeñas quejas y lloriqueos.

— ¿Por qué no le preguntaste por el collar? — cuestionó hacia Yangyang — Se habrían ahorrado muchos problemas, ¿No crees?

— No me lo hubiese dado.

Jaemin abrió sus brazos en dirección a Injun y éste corrió donde su hermano pelinegro lo esperaba. El mayor besó su naricita y luego le abrazó cariñosamente. Jisung miró esa escena con celos.

— ¡No es justo! — alegó con el ceño fruncido — Yo quiero algo así con Giselle.

Chenle vio eso y abrió sus brazos de la misma forma que Jaemin lo hizo para Injun. Jisung no tardó en meterse y acurrucarse contra el mayor, quien sonrió y recargó su barbilla en la cabecita pelinaranja.

— No es lo mismo Jisung — habló Jeno, acomodándose al lado de sus hermanos y rodeando a los mismos con sus brazos — Nosotros criamos a Injun desde que nació y crecimos juntos como manada. La confianza que nos tenemos se formó durante los años juntos, ¿Comprendes? — sonrió — Tú y Giselle son hermanos desde hace seis meses, y antes de eso ni se miraban. La situación simplemente es diferente.