Porque la luna tiene planes bastante alocados, planes que no a muchos les gustan, pero que son correctos.
¿Y quién dijo que no se podía entre hermanos?
⋅ ୧ Inicio : 15/O4/21
⋅ ୧ Final : O2/O5/21
⋅ ୧ Adaptación autorizada
⋅ ୧ Original de @Moony_Moons...
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La gente que conocía a la familia Jung sabía a ciencia cierta que Jeno era un peligro andante.
El castaño solía actuar agresivo, tosco y frío con personas fuera de su círculo íntimo de confianza, que constaba de sus hermanos y unos cuantos amigos, mientras que Jaemin era un chico tranquilo, a veces tímido y con aura relajada.
Eran la definición perfecta para gemelo malo y gemelo bueno según sus seres más cercanos, a excepción de uno.
Su querido, tierno y hermoso hermano, Injun.
El pequeño rubio veía a los dos chicos iguales, tal vez no tanto en apariencia, pero en actitud eran muy similares el uno del otro, pues ambos eran celosos, gruñones, posesivos y agresivos con otras personas, y eso incluía a Jaemin.
El vampiro pelinegro se hacía el pacifista la mayor parte del tiempo, pero en ciertas y no muy comunes ocasiones salía el Jaemin agresivo y dispuesto a arrancar cuellos. Sin embargo y a diferencia de su gemelo mayor, él tenía control de su temperamento.
No siempre, pero lo tenía.
— Jaemin hyung, ¿Podrías soltarme? — habló Injun con un deje de fastidio.
Intentaba guardar sus cosas en su casillero, pero Jaemin y sus nuevos brazos aún más fuertes al rededor de su cintura no se lo dejaban fácil, sin hablar de los gruñidos del mayor, que hacían la labor casi imposible.
— Lee te está viendo mucho — el más bajo volteó hacia donde su hermano fruncía el ceño y notó la "disimulada" mirada que Lee Mark le dedicaba — No me agrada, que se busque su propio Innie.
Sus mejillas se encendieron, haciendo más notorio algunos lunares en ellas, provocando más de un infarto por tanta ternura. El corazón le latía casi descontroladamente, y odiaba a tanto a Jaemin por actuar así, como si de verdad lo quisiera como algo más que un hermano.
Y se odiaba aún más a sí mismo por sentirse mal al entender que sólo eran y serían eso, hermanos.
— Es mi amigo Jaemin, el d-
— Entonces deja de ser su amigo — lo interrumpió — No me gusta la forma en que te mira — el pelinegro lo volteó para quedar frente a frente y escondio su rostro en el cuello del menor.
¿Por qué será que le cae tan mal a la vida?
— Jaemin... Tengo clases — el mayor suspiró y lo soltó.
— Nos vemos en el descanso, Innie.
Y se fue, dejando a un Injun sumamente confundido. Jaemin tenía comportamientos extraños, como si esperara algo de su persona pero, ¿Qué podría darle él a Jaemin?, y aún mejor, ¿Por qué tendría que darle algo? Ni que fuera su cumpleaños.
Decidió no darle más vueltas al asunto y fue a su salón de inglés con suma pereza, pues Giselle había faltado ese día, así que tendría que prestar atención.
