Possessive Brothers ღ NoRenMin

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Su cabeza dolía como nunca, sentía a la perfección como si martillaran la misma sin compasión alguna y el bullicio de su salón de clases no ayudaba en lo más mínimo.

Él realmente sentía que en cualquier momento perdería el control de su propio cuerpo y atacaría a alguien, lo cual no lo sorprendería del todo teniendo en cuenta su actitud explosiva, pero el caso es que no tenía razón alguna para estar al borde de la furia.

No entendía su estado emocional en ese momento. Estaba adolorido y al mismo tiempo enojado, pero eso era ilógico, pues el día había comenzado bien y hasta hace poco las cosas habían ido increíble.

Entonces ¿Qué pasaba?

Ambos gemelos despertaron en la cama de su hermanito menor sin éste en ella, pero antes de entrar en pánico se dieron cuenta como el menor terminaba de vestirse para ir a clases. El menor les dio un beso a ambos y salió de la habitación camino a la cocina. Hasta ahí todo normal.

Luego de eso, los tres decidieron irse a pie, pues la escuela no estaba tan lejos de su hogar y esa piernas que los hermanos se cargan no se hacen solas. Iban hablando y contando algunos chistes y anécdotas, aparte de ciertos comentarios dulces de parte de los mayores a su hermanito.

Todo normal aún.

Llegaron a la escuela y tomaron caminos separados, pues no tenían las mismas materias. El vampiro se acercó donde estaban Jisung y Chenle, así los tres fueron directo a su salón de Biología.

Aparentemente, fue justo ahí donde empezó su problema.

— Jaemin, ¿Estás bien? — el chico gruñó cuando empezó a escuchar un pitido agudo demasiado molesto que empeoró su dolor.

— ¿Jaemin?

Entonces, todos en la clase voltearon a verlos. Jaemin mantenía su cabeza gacha y tomaba la parte trasera de ésta con fuerza mientras que Jisung y Chenle, dos de sus mejores amigos, intentaban ver qué le pasaba.

— A-Aléjense — el azabache miró de reojo a Park y éste inmediatamente notó el destello rojo en los ojos del vampiro.

— ¿Qué te pasa? — pero el pelinaranja era necio, y decidió dar un paso más hacia su amigo.

— Sunggie no creo que sea buena idea — trató de persuadirlo Chenle, dándose cuenta de que la vida de ambos peligraba.

El vampiro pelinegro sintió su cuerpo arder cuando la mano de Jisung le tocó y su autocontrol se esfumó.

Se levantó de repente y con fuerza, asustando a todos en el salón, causando un cambio en los ojos de Chenle, tomó a Jisung del cuello y lo estrelló contra una pared, con los orbes de un escarlata furioso, casi combinando con los esmeralda de Chenle.

— Te dije que te alejaras — lo medio lanzó algo lejos.

— ¿Qué mierda te pasa Jung? — lo regañó Chenle antes de correr hasta quedar al lado de Jisung, quien tosía e intentaba levantarse con poco éxito.