Cap. 43

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— Ares —

— Han ya estás listo — Ares salió con Auron de la mano de su habitación, él ya vestido con ropas muy lujosas

Han miró a Auron sonriendo, ahora sabía que aquel hombre no había dicho toda la verdad antes de fragmentar su mente, le parecía interesante jugar un poco con él y con su prometido, odiaba su trabajo, pero amaba sacar cierto beneficio.

— Raúl luces mejor — Ares frunció el ceño — aunque hoy en Karmaland se veía más relajado — Auron lo miró confundido — aunque no es de mi incumbencia

— tienes algo que decirme, Han — Ares lo veía enojado

— no para nada — sonrió y dejó que pasaran

Se encaminaron a la ceremonia, se sentaron a primera fila, la boda empezó cuando todos los asientos estuvieron ocupados, la boda fue lo más rápido y sin mucha gracia, no hubieron votos, si entrada lenta, todo se hizo lo suficientemente rápido, todo estaba un poco apresurado, incluso más de lo que los casados se esperaban, terminó la ceremonia con un beso, los aplausos fueron cortos y pasaron rápido a la cena, con Ares sentado a la cabeza de la mesa, a la derecha los novios y a su izquierda Auron.

El jefe se paró golpeando su copa, con una señal trajeron al evento principal, Rubius estaba en un celda con las manos atadas, su ropa era blanca al igual que la de Alexby, ahí el pequeño entendió una cosa, él no era un invitado, ya había sido entregado como un regalo, un esclavo sin collar atado a una correa imaginaria, por eso era inútil negarse.

Ares se paró con Auron quien temblaba al ver a Rubius, dejó a su Preciado muñeco enfrente de la jaula y la abrió, tomó la cara de Rubius apretándola, este se quejaba enseñando sus colmillos.

— Raúl sabes nuestra tradición, yo te entrego algo importante y tú a cambio me das algo importante, — Rubius miró a Auron quien negaba en su lugar, en su cultura solo podía significar una cosa, le está proponiendo matrimonio, si Ares le entregaba a Rubius, él tenía que dar la única cosas valiosa que le quedaba su alma, mejor dicho sus recuerdos, que tenía protegidos y sellados, con un hechizo, — lo recuerdas Raúl — bajó un poco la ropa de Rubius, pero Auron detuvo su manos asintiendo — entonces eso es un sí — asintió y Ares le entregó a Rubius — dejare que te vayas con él, por hoy, no quiero enterarme de nada raro — le susurro con una sonrisa — chicos sigamos con la fiesta, mi dulce amor se irá a acostar

Auron temblo en su lugar sujetando la cadena, siendo llevados por dos guardias a la habitación de Auron.

Alexby tembló un poco, pero siguió natural, los minutos pasaban, escuchando todas las cosas que se hablaban, su ahora esposo, se acercó a su oído, haciéndolo reír con un par de comentarios, hasta que sintió como un cuchillo se puso en su costado, no hizo ningún ruido, pretendió estar normal.

— sabes odio los invitados no deseados — le susurro con una sonrisa — incluso más que a los mentirosos — trago saliva fingiendo una sonrisa a los invitados — no lo crees, pequeño titán — los ojos de Alexby se abrieron y lo miró espantado — actúa natural, niño, solo yo lo sé — guardó el cuchillo y besó a Alex — tiene suerte que me gustes, no sé si tú amigos tendrán tanta suerte,

— ¿suerte? Así lo llamas a esto — Alex quería seguir aparentando

— si, o acaso estás en una silla de tortura — le sonrió levantando su mentón — veamos si tus amigos son tan astutos como tu

Rubius no sabía porque aquel Auron lo conocía, él no recuerda haberlo visto antes de Karmaland. Auron empezó a golpear la puerta queriendo salir, la habitación estaba a empacaras no podían ver lo que había en ella, pero Auron se veía desesperado, el oso, camino a donde estaba una linterna y la encendió, callando al piso llorando, la habitación estaba llena de orejas de híbrido y arriba de la cama la cabeza de su mamá como adorno.

— no lo volveré hacer sáquenme, Ares, Ares acepto, no me metas aquí, Ares fue un error, — la puerta se abrió abrazando a la persona que había abierto, no era Ares, tampoco un guardia, era un hombre de ojos morados, que lo miraba de manera distante, al ver los ojos morados, se alejó, — corran, porque todos están aquí, él los quiere matar — Vegetta paso quitándole la correa de Rubius de la mano, fue a donde estaba su marido llorando, tapándose sus ojos

— no mires, hasta que salgamos de aquí, lo siento, no debí de admitir esto — Rubius se aferró a su ropa

— trampa — Auron retrocedió — tengo que avisar — los guardias del lugar ya había llegado, jalaron la muñeca de Auron lastimándolo un poco, pero una flecha, se enterró en la mano del hombre soltando a Auron — Ares tengo que ir con él — había muchos soldados llegando, Vegetta tenía a Rubius en sus brazos, luchando con solo sus piernas, pero estaba enojado y parecía imparable, casi golpea a Auron pero una flecha lo detuvo. — Ares! — gritó pidiendo ayuda

Vegetta ya se estaba alejando esperando la señal, Ares estaba corriendo a donde Auron gritaba, pero Luzu ya lo tenía entre sus brazos, miró a Ares sacándole el dedo de en medio, sonriendo, con sus ojos brillando de rojo, unas explosiones se escucharon detrás de Ares, volteó a ver y vio la figura de Willy y la de una mujer entre la explosión, al regresar su vista enfrente ya no estaban, grito frustrado.

Mangel y Lolito ya estaban a fuera de sus celdas, a Lolito había roto los barrotes con las manos y habían escapado unos minutos antes de las explosiones, debiéndole a Staxx que fue por Alexby, quien empezó a buscar, pero lo encontró en el lugar donde había estado, abrazado de Han, quien solo sonreía de la escena de todos corriendo, se acercó y puso leer un "corre" expulsado de sus labios, se dio la vuelta enojado.

La ciudad era un caos, las arañas estaban destruidas y los esclavos sueltos, Ares estaba enojado gritando.
Han por su parte estaba divertido, encerrando a Alexby en su sótano. Dando por concluida su noche de boda.

 Dando por concluida su noche de boda

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Me duele la cabeza ,

Tomen su droga,

Les refresco la memoria, la señora que salvo Auron ese día donde todo cambio fue la madre de Rubius, quien le pidió en su último aliento cuidar de Rubius lo cual pues no pasó, los dos vivian su propio infierno

Kristina instaló las bombas y las detonó con Willy quien rodeó desde afuera toda la ciudad destruyendo las murallas dejando pasar a los monstruos.

Es todo por hoy me despido

En que momento me metí en esta trama, buenas noches

Te amo Where stories live. Discover now