Cap. 45

382 43 10
                                    

— Luzu~ —

— Muerte — dijo en un susurro fúnebre, mientras veía a su hija en la cuna, las manos de la niña se aferraban a su dedo índice.

No era la primera vez que hacía tratos con el diablo, sabe que tampoco será la última, cada vez que retoma el contrato, su humanidad se consume, sus ojos son la marca de la firma que no se puede borrar, todo el poder en la palma de su mano.

— te duele — escuchó susurrar al demonio — déjame quitar tu dolor — un eco en su mente, atormentando su pequeña cordura — Luzu yo soy tu amigo

— te amo — le susurro a la pequeña — perdóname, papá tiene que salvar a tu papi, — la niña abrió los ojos sonriendo — si ya pronto volverá papi, y volveremos a ser felices — ella reí, haciendo que Luzu lamentará más la decisión que ya había tomado — que princesa tan más bonita. — la cargó y arrulló entre sus brazos — mi hermosa hija, nadie volverá a dejarnos solos — la dejó de nuevo en la cuna y le susurro algo al oído, que ni él mismo demonio pudo entender

— Luzu~ el sol se está ocultando — decía el demonio riendo, — la hora Luzu... ya es la hora — su voz se volvía cada vez más difícil de entender

— ya escuche — se alejó de la cuna, salió de la casa, la puesta de sol estaba en su punto, con un cuchillo rajo su mano e hizo un círculo — dulce muerte — dijo en un susurro — estoy listo — tomó aire y suspiro

Una risa se escuchó por todo el lugar, el cielo se empezó a nublar, una de las esferas que contenía el frasco desapareció, un tornado de humo se formó en aquel círculo de sangre y solo aquellos dos seres, se veían por fin después de tanto tiempo, frente a frente, la sombra que no tenía un rostro definido, lo veía de arriba hacia bajo, sabía que se estaba riendo, pero no hubo palabra, ya no había nada de qué hablar, pues hacía mucho tiempo que los dos eran un solo ser, la sombra tomó la forma de una mujer, que sonreía dulcemente, antes de tomar su mano.

Luzu le sonrió de la misma manera, los dos extendieron su mano y cada uno la tomó, aquella mujer, atravesó su arma en el pecho de Luzu y lo abrió de par en par, sonriendo mientras podía escuchar el grito de dolor de su contratista, entró por la aventura de su pecho, mientras su risa de satisfacción se escuchaba por toda la casa.

Cayó al piso mientras recuperaba el aire y escupía sangre, la reactivación de contrato era más sangrienta que lo demás, solo tenía que soportarlo un poco y estaría bien, pero la herida no sanaba, sabía que la muerte lo había hecho más mortal a propósito, como venganza por haberla dejado, mientras seguía luchando, la puerta de su patio fue abierta, Vegetta y Kira habían llegado desesperados.

Hizo una señal para que se alejaran, si querían detenerlo ya era demasiado tarde, ahora su pelea era mental; en la cual él ya había perdido desde que estrecharon la mano...

Se levantó como si nada, sus ojos de un rojo más intenso, con una sonrisa en los labios.

— Ha pasado un tiempo, Vegetta — sonreía, aquella persona ya no era Luzu.

+++Autora+++

Y ustedes dirán: casi un año para esta mierda

Y yo diré: hice lo que pude, con lo que tengo. 😞

lo siento, e escrito como 30 capítulos intentando seguir la historia, pero no puedo

Les pido una disculpa, sobretodo también por todas mis otras historias, esta mujer ya es una persona universitaria, que la neta ya ni ganas de vivir tiene

Pero ahí vamos, lo importante es intentar.

La verdad, me gusto como quedo y lo estoy subiendo nada más terminarlo, porque si lo dejo ahí, mañana digo que no me gusta y más días sin avanzar en la historia y señoras ya basta de estupideces de mi parte.

Te amo Donde viven las historias. Descúbrelo ahora