Te amo

cap. 32

— espero que les haya gustado nuestro pueblo —

— es acogedor — Ares me contestó de manera muy tranquila y calmada

No me agradaba, no solo por como tenía a Auron, si no por como me miraba, conozco esa mirada, sabe que ésto llega a hacer algo sospechoso, pero aún así creo que lo está ignorando; Luzu ve los papeles sin hablar en lo que el silencio se vuelve pesado incluso para mí, me siento como Rubius, que asco.

Veo a Auron quien ve disimuladamente a todas partes, veo como sus ojos no son los mismos,  me preocupa esta situación, las emociones de Luzu son muy inestables, lo se desde hace mucho tiempo.

— ¿Porque no se sienta la persona que tiene atrás? — Luzu hablo sin mirarnos, sigue checando los papeles sin prisa — esta es una reunión, me molesta un poco verlo de pie — yo simplemente asentí para seguir la corriente, se que Luzu no quiere despegar la mirada de los papeles porque no quiere verlo

— Raul — ese hombre habló y ví como el cuerpo de mi amigo temblaba de miedo en su lugar y cerraba los ojos fuertemente — siéntate — le señaló a lado de él, Auron obedeció como un animal entrenado, pero cuando tocó la silla la cadena lo jalo hacia atrás — Recuerda tu lugar — tosiendo se sentó en el piso a lado de él

Mis gestos no cambiaron, pero sentía tanto asco y pena por lo que acababa de ver, que no me dí cuenta que Luzu lo estaba mirando también, él estaba con la cara seria, sin decir nada, miraba a Auron, pero no logro descifrar qué siente en este momento.

— bueno ahora que mi molestia se fue, qué tal si hablamos de negocios — Luzu le sonrió y bajó sus manos de la mesa solo reclinándose hacia atrás del asiento — y el porque tengo un ejército a las puertas de mi ciudad — seguía sonriendo dulcemente, pero se que hasta Rubius se daría cuenta que esas palabras están llenas de veneno.

— usted me pidió un acuerdo de comercio y tuve que hacerme el tiempo de venir — Ares acariciaba con una sonrisa la cabeza de Auron sin mirar a Luzu — yo no vengo a un terreno hostil sin algo que asegure mi supervivencia — ese hombre seguía sin mirarnos solo acariciando a Auron 

— entiendo — Luzu sonrió haciendo que Ares lo mirara sorprendido — entonces debió de traer más gente — la voz de Luzu seguía en un tono neutral, se cruzó de piernas y lo miró con asco 

— acaso eso es una amenaza — Ares seguí sonriendonos 

— ¿Tu que crees? — le contesté con el mismo tono que le dijo a Mónica, no puedo evitar estar enojado, cuando hay un ejército en las puertas de mi pueblo, donde ahora duerme mi bebé 

— si su objetivo es buscar una guerra, creo que lo está logrando — Luzu sonrió poniendo su mano en su barbilla — pero no hay que precipitarnos verdad — yo asentí sonriéndole a el invitado 

— no claro que no — agarró a Auron de la cadena jalandolo hacia arriba — después de todo, ustedes pidieron mi comercio — lo sentó en sus piernas y abrazó, el cuerpo de mi compañero tembló, hay igual que la mano de Luzu que no se veía 

— es cierto — Luzu sonrió y yo simplemente me volví a quedar como espectador — yo pedí tu comercio — dejó de sonreír — me llegaron muchas cartas de insistencia por su parte, las rechace todas, pero debido a algunos problemas las tengo que aceptar 

— ¿Qué problemas tuvo alcalde? — Ares acariciaba las piernas de Auron y recargaba su cabeza en el hombro de esté 

— eso interesa — agarre su mano por debajo de la mesa para darle un poco de seguridad, pero sus ojos cargaban mucha ira disfrazado de tranquilidad — quiero unos esclavos, tu vendes eso es lo que importa ¿No?