Tres corazones rotos

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Entró a la clínica con una sonrisa que amenazaba con partirle el rostro a la mitad, sus días no habían sido demasiado buenos por así decirlo pero Baek sabía que era primordial mantenerse positivo, al menos intentarlo, además, no podía negar que volver allí le alegraba sobremanera, Junmyeon lo había mantenido al tanto de todo lo que sucedía, era su mano derecha en cuanto al trabajo se refería y Baek lo apreciaba mucho porque siempre tenía una palabra de aliento o un sabio consejo a mano, solía llamarle "Alma vieja" porque aunque sólo le llevaba unos cuatro años de más, su capacidad para escuchar y a su vez hablar eran sanadoras. Se alegró mucho al verificar que la chica de la recepción seguía siendo la misma, eso significaba que estaba haciendo un buen trabajo, la saludó cálidamente sin detenerse mucho tiempo y se adentró en su oficina, sonriendo al encontrar todas sus cosas en impoluto estado y organización.Tomó su bata y la colocó sobre sus ropas dando una rápida mirada a su reflejo en el espejo, pero entonces la foto sobre su escritorio llamó su atención y Baek sintió como algo dentro de él se quebraba un poco, sólo un poco, le dolió reconocer que al final no había estado tan enamorado de Hyunsik como lo creyó antes, porque de haber sido así no lo habría alejado sin más. Negó con su cabeza disipando los pensamientos que no le ayudarían sino a disolver el buen ánimo que se había obligado a mantener en el día y salió de la estancia con la idea de encontrar a Yixing.

-Lo último que hacemos es la sutura, y esa será tu tarea, no creo que sea difícil ¿cierto?

Baek se quedó en silencio observando desde el cristal separador de la sala de terapia como su amigo adiestraba a una de las nuevas internas de la clínica, se mantuvo en su sitio para no interrumpir y sólo cuando supo que su presencia no sería motivo de desconcentración abrió las puertas que accedían al espacio de recuperación y esperó que su amigo mostrando una sincera sonrisa que fue devuelta en el acto.

-¡Baek! Dios parece que hace años que no te veo -saludó Yixing alegremente al castaño mientras le hacía señas para salir de la zona y así poder cambiarse.

-Pues sí, también se siente como si no hubiera venido en años, ¿Cómo han estado las cosas?

-Ya sabes igual que siempre, Suho tratando de que todo esté impecable, dos internos nuevos, son chicos excelentes debo decir

Yixing señaló con su barbilla a la zona donde la chica trabajaba acompañada de dos enfermeras y luego enfocó la vista en su amigo que parecía un tanto perdido.

-¿Cómo está Park?

Baekhyun se sintió culpable, para ser honesto no había vuelto a llamar a su ex para saber sobre su salud, estaba tan sumido en sus problemas que lo había olvidado por completo y ahora, de vuelta en la clínica los recuerdos del accidente le decían que por su culpa Hyunsik estuvo una semana internado. Debía recordar llamarlo o visitarlo después, quizá en la tarde cuando su jornada acabase.

-Hace días que no sé de él -respondió con mirada ausente agradeciendo el silencio de Yixing quién, por toda respuesta asintió sin mediar palabra. Baek se quedó a su vez perdido en sus propios pensamientos.

-Bien... -habló tanto para sí como para su amigo -Iré a terminar mi recorrido y a ponerme a tono con el trabajo atrasado, debe ser considerable teniendo en cuenta que he estado ausente por algunos días.

-Sí, nos vemos al rato.


~•••~

Luhan, encerrado en su despacho cavilaba ensimismado, tenía ya tanto tiempo esperando el momento que al fin se acercaba y ahora, muchas interrogantes llegaban a su cabeza, sabía que vendrían tiempos más complicados cuando el documento que ansiaba estuviera en sus manos, porque a fin de cuentas estaba a nombre del heredero "Lu" el verdadero, y lograr cambiar las cosas a su favor serían, o bien muy difíciles o todo un escándalo en caso de que la situación se saliera de control. Conocía muchas personas influyentes, fiscales, abogados, y otras con no tan notable prestigio pero sí la suficiente bajeza como para traspapelar algo tan importante como un testamento, o sea alterar el nombre de la persona que adquiría la fortuna restante de sus padres, el dinero no sería un problema para él, no ahora y definitivamente no el día en que por fin su objetivo estuviese cumplido, su preocupación eran los testigos, Luhan no confiaba en nadie al cien por ciento, las personas se movían de acuerdo a sus propios intereses, y como serpientes venenosas podían traicionarte a la primera oportunidad de conseguir algo mejor, una recompensa más jugosa, él mismo solía hacerlo si le apetecía.

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